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Terremoto en china

Al menos 118 muertos en un terremoto en la provincias chinas de Gansu y Qinghai

Las labores de rescate durante la noche del lunes al martes han estado marcadas por temperaturas por debajo de los 10 ºC.

Equipos de rescate al noroeste de la provincia China de Quinghai
Equipos de rescate al noroeste de la provincia China de Quinghai. XINHUA / Zhang Hongxiang / Efe

El terremoto ha sacudido el límite norte de la meseta Qinghai-Tíbet, una zona tectónicamente activa. El temblor comenzó a las 23.59 horas (hora local) del lunes, en el condado de Jishishan, en Gansu, a una distancia de cinco kilómetros de la frontera con Qinghai, donde también se sintió con fuerza. El seísmo contaba con una profundidad de diez kilómetros y una magnitud de 6,2, según el Centro de Redes Sísmicas de China.

La duración aproximada del seísmo fue de 20 segundos y, a continuación, se produjeron varias réplicas en la zona, según ha recogido la cadena estatal de televisión CCTV.

El rescate

El número de muertos ha ido incrementando gradualmente con el paso de la noche, ya que aún existen personas desparecidas. En Gansu, 105 personas habían muerto hasta las 7.50 hora local del martes, mientras que esta cifra se elevó a, al menos, 13 en Qinghai. El número de heridos ha sido de 397 y 182 respectivamente a las 9.30 hora local. De ellos, 16 se encontraban en estado crítico, según comentaron las autoridades locales.

La provincia inició una movilización de recursos casi instantánea por valor de 20 millones de yuanes (2,6 millones de euros). Con ello el gobierno local invirtió en las labores de rescate, 2.600 tiendas de campaña de algodón, 10.400 camas plegables, 10.400 edredones, 10.400 colchones de algodón y 1.000 estufas, entre otros suministros. Además, para una llegada más rápida, se impusieron restricciones al tráfico en Jishishan hasta el fin de las labores de rescate.

Tras el seísmo, el frío fue el principal enemigo

El frío ha resultado ser el principal inconveniente en las labores de rescate debido a que la mayoría del país estaba atravesado por un ola de frío que dejaba temperaturas bajo cero. En suma, la zona afectada no solo es una de las más pobres del país, sino que se encuentra en una zona rural de gran altitud donde las temperaturas pueden ser inferiores a -10ºC.

La condiciones meteorológicas, además, acortan las probabilidades de supervivencia de las víctimas que hayan quedado atrapadas. Por ello, el cuerpo de bomberos de Gansu envió de inmediato unos 580 efectivos, 88 camiones y 12 perros para facilitar la búsqueda de personas con dificultad para ser encontradas entre los escombros.

Daños en las infraestructuras

Las principales infraestructuras afectadas fueron las de agua, electricidad, transporte y comunicaciones, que se están restableciendo después de que la Red Estatal enviara 18 equipos de reparación de emergencia que, para el mediodía (hora local), ya habían logrado restablecer alrededor del 88% del suministro eléctrico en Jishishan, según CCTV.

Además, decenas de carreteras y caminos rurales resultaron dañados por los múltiples corrimientos de tierra, aunque no se informó de víctimas.

El terremoto

Los análisis preliminares muestran que el terremoto fue una ruptura de tipo empuje, una de las tres de magnitud superior a 6 que se han producido en un radio de 200 kilómetros del epicentro desde 1900, según CCTV. Medios estatales informaron de al menos 32 réplicas en la hora posterior al movimiento.

Un total de nueve réplicas de magnitud mínima de 3,0 se registraron hasta el martes por la mañana, las cuales dos fueron de al menos 4,0 de magnitud, según informaciones del Centro de Redes Sísmicas de China.

Si bien China tiene un amplio historial de terremotos -algunos de ellos muy mortíferos como el de 2008, que dejó un total de 70.000 muertes-, no ocurría ninguno de magnitud mayor a 5,0 desde 2019. 

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