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Jáuregui otorga a Rabat "soberanía" en el Sáhara

España logra que Marruecos investigue los saqueos en El Aaiún

M. Á. MARFULL / C. MARTÍN

El Gobierno 'lamenta' y muestra su 'honda preocupación', pero, de momento, reserva el término condena para mejor causa. El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, trató de aplacar ayer las críticas al papel de España en la crisis de El Aaiún. La izquierda minoritaria reprochó al Ejecutivo su 'pasividad' ante la ofensiva de Rabat sobre la capital de Sáhara y el PP encontró en la ligereza con la que Jáuregui encadenó tres conceptos explosivos en términos diplomáticos: Sáhara, Marruecos y soberanía, una percha perfecta para sus críticas.

El titular de Presidencia cubrió en el Congreso la ausencia de la responsable de Exteriores, Trinidad Jiménez, de viaje oficial en Ecuador. 'No podemos olvidar que la admisión en territorio forma parte de lo que se llama el núcleo duro de la soberanía de un país', defendió Jáuregui, interpelado por la portavoz de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Núria Buenaventura. El ministro justificaba así la imposibilidad de forzar a Marruecos a franquear el acceso a periodistas y parlamentarios españoles al campamento arrasado el pasado lunes.

Consciente del alcance de sus palabras, el propio Jáuregui improvisó poco después una aclaración en los pasillos del Congreso: 'Simplemente he querido decir que en la actualidad es Marruecos el que determina, por su capacidad de administrar este territorio, quién entra o no entra [en el Sáhara]', matizó, añadiendo que eso no implica hacer 'ningún reconocimiento de soberanía' de Rabat sobre la ex colonia española.

'No ha hecho ningún reconocimiento en relación al territorio'

'No ha hecho ningún reconocimiento en relación al territorio', respaldó desde Quito la titular de Exteriores. 'España no tiene un consulado porque, aunque constatamos como el resto de países la situación de control que se da por parte de Marruecos de ese territorio, no reconocemos internacionalmente que esta situación esté legalmente actualizada', acotó en estricto lenguaje diplomático Trinidad Jiménez, para taponar la fisura.

No le bastó al PP, que advirtió en este viaje de ida y vuelta sobre la soberanía del Sáhara un resquicio político que abonó la posibilidad de reclamar al Ejecutivo 'una rectificación en toda regla, formal, y no una matización de pasillo'.

Al margen de esta polémica, Jáuregui anunció en el Congreso que Rabat se ha comprometido, a instancias del Gobierno español, a esclarecer los sucesos de El Aaiún en 'una investigación que esperamos que se desarrolle con eficacia y garantías', según confió el titular de Presidencia.

Es 'una investigación que esperamos que se desarrolle con eficacia y garantías'

Con el PNV primero y la portavoz de ICV después, la crisis de Sáhara capitalizó buena parte de la sesión de control al Gobierno. No hubo condena. '¿De qué nos serviría? ¿El Gobierno estaría después en condiciones de seguir siendo un interlocutor privilegiado entre las partes, seríamos útiles en el proceso?', justificó desde Ecuador Jiménez. 'Sería bueno ir más allá de la solidaridad y lapreocupación', instó al Gobierno desde la tribuna el diputado del Grupo Vasco Aitor Esteban.

Jáuregui aprovechó su respuesta para desmentir las informaciones que hacen al Gobierno conocedor de antemano de las intenciones de Rabat de asaltar el Campamento Dignidad. 'Es rotundamente falso', zanjó Jáuregui en términos literalmente idénticos a los que empleó con contundencia la responsable de Exteriores para desmentir 'rotunda y radicalmente' esta acusación.

Jiménez recibió el 3 de noviembre a su homólogo marroquí, Taieb Fassi-Fihri. En ese encuentro 'no se habló sobre los campamentos y mucho menos sobre un posible desmantelamiento', detalló la ministra, remarcando que no hubo 'ningún tipo de comentario' que pudiese 'conducir a pensar que Marruecos estuviese pensando' en intervenir en El Aaiún.

El ex ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos, llegó ayer a Argel para intentar impulsar la celebración de la cumbre de la Unión por el Mediterráneo que se tiene previsto celebrar en Barcelona el próximo día 21.

Moratinos pasó por Túnez antes de llegar a Argel y hoy tiene previsto llegar a París donde se decidirá junto a los representantes de Egipto y Francia si finalmente se celebra la cumbre. El conflicto entre israelíes y palestinos sigue siendo el principal punto de discordia. Fuentes del Ministerio de Exteriores negaron ayer la información difundida en algunos medios en la que se aseguraba que Moratinos viajaba para mediar en el conflicto en el Sáhara Occidental. 

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