A Abdeljalil Bedui (Tebulba, 1947), veterano sindicalista de la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), nadie lo llamó para preguntarle qué le parecía ser nombrado ministro consejero ante el primer ministro de Túnez, Mohamed Ghanuchi. Se enteró por la televisión. Esta 'falta de respeto' demuestra, a su juicio, que los herederos de Ben Alí están muy lejos de poder garantizar una transición.

¿Por qué ha abandonadoel Gobierno?

Lo que el primer ministro anunció ayer no responde a nuestras exigencias. La RCD [Reagrupación Constitucional Democrática] ha conservado el grueso del poder en el Gobierno, además de mantener en sus puestos a personajes relacionados con la corrupción y la represión del régimen.

¿Su decisión es definitiva?

'Los ministros han de ser personas creíbles, no ligadas a clanes mafiosos'

La UGTT ha pedido a Ghanuchique disuelva el Gobierno y que se forme otro con una composición diferente. No estamos en contra de participar en el Gobierno, sino simplemente exigimos garantías de que se va a iniciar una verdadera transición a la democracia. La puerta sigue abierta y seguimos negociando.

¿Ghanuchi se ha mostrado receptivo?

Extraoficialmente sabemos que varios ministros de la RCD han anunciado su disposición a salir del Gabinete por el bien de Túnez.

'Disolver la RCD iría en contra de la democracia. Tiene derecho a existir'

¿Cómo sería un Ejecutivo aceptable para la UGTT?

Uno con menos ministros del partido de Ben Alí. Y exigimos que se revise la atribución a la RCD de los ministerios de soberanía: Interior, Exteriores, Defensa, Justicia y Finanzas. Los titulares deben ser además personas creíbles para el pueblo, no ligadas con determinados clanes mafiosos.

¿Como el ministro de Exteriores, casado con una prima de Ben Alí?

Sí, por ejemplo.

¿Temían perdersu credibilidad?

Si aceptásemos un Gobierno así, no sólo veríamos tocada nuestra credibilidad, sino que se mermaría la confianza de un pueblo que necesita garantías de que habrá democracia. No olvidemos las decenas de muertos en la protesta.

El ministro de Interior ofendió a los tunecinosen su discurso del lunes.

El ministro no dijo más que estupideces. ¿Cómo puede un ministro de Interior acusar al pueblo de los saqueos y del vandalismo, cuando todo el mundo sabe que los autores eran hombres de paisano que viajaban en coches negros y llevaban armas de fuego?

¿Ghanuchi anunció el nuevo Gobierno sin la luz verde de la UGTT?

El secretario general de mi sindicato se enteró por televisión de la composición del Ejecutivo, lo que es muy grave. Sobre todo porque sabían que quien tiene peso en ese Gobierno es la UGTT; los tres partidos políticos [de la oposición legal] no cuentan nada. Nuestra independencia es muy importante; ha corrido nuestra sangre por ella y rechazamos cualquier hegemonía. La RCD tiene una cultura retrógrada; no está habituada a concertar. Nombran y sustituyen como les parece, sin consultar a nadie.

¿El Gobierno trata de cooptar a la oposición?

Es un riesgo cuando se acepta su hegemonía, pero si uno se somete a su voluntad, pagará luego las consecuencias. Cuando no se tiene un Ejecutivo claro, cristalino; cuando la RCD sigue controlando el poder, entonces no se puede ni soñar con una transición.

¿La UGTT quiere la disolución de la RCD?

No, porque es muy peligroso y no queremos un escenario a la iraquí. En Irak se anuló el partido hegemónico [Baaz, de Sadam Husein] y se disolvieron las instituciones con el resultado que todos conocemos. Además, esa medida iría en contra del proceso democrático. La RCD está ahí, tiene derecho a existir y no debe ser marginada.

El Gobierno ha prometido una amnistía.

Hay medidas positivas, pero cuando Ben Alí llegó al poder [en 1987] también las hubo, lo que no le impidió luego construir un régimen dictatorial. No queremos que, a pesar de estas medidas, este Gobierno que debe garantizar la transición cambie después de dirección y derrape, como hizo Ben Alí.