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El Supremo permite que los crímenes de la dictadura militar uruguaya prescriban

La Corte atiza el debate sobre la anulación de la Ley de Caducidad que da impunidad a los represores

ANA DELICADO

En pleno debate sobre la derogación de la Ley de Caducidad, que en Uruguay garantiza la impunidad a los militares que participaron en la dictadura (1973-1985), la Corte Suprema uruguaya ha resuelto que los crímenes cometidos por el régimen de represión ya no son delitos de lesa humanidad, sino homicidios, y por tanto, permite que prescriban con el paso del tiempo.

Según el Código Penal, el delito de homicidio tiene una vigencia de 20 años, a no ser que se tipifique como agravado, en cuyo caso el plazo de prescripción llega a los 26 años y ocho meses. Si se cuenta desde 1985, ese periodo de tiempo concluye el próximo 1 de noviembre, cuando todos los crímenes de Estado prescribirán automáticamente.

Una fiscal interpondrá ahora un recurso de aclaración y ampliación sobre el dictamen de la Corte, que atiza la polémica en el seno de la coalición gobernante del Frente Amplio sobre la conveniencia de invalidar la Ley de Caducidad.

El conflicto dentro de la agrupación de izquierdas se debe a los dos referendos de 1989 y de 2009 con los que la ciudadanía se negó a rescindir la Ley de Caducidad. El Frente Amplio impulsó, no obstante, un proyecto para anular la ley de amnistía, que fue aprobado por el Senado y que el Congreso debe sancionar definitivamente el día 19. Pero el presidente uruguayo, José Mujica se ha pronunciado a favor de respetar la voluntad popular en las urnas.

'No es bueno que se le diga [a la gente] que se la consultó por equivocación porque en realidad no tenía derecho a decidir nada', expresó el exguerrillero tupamaro. 'No es bueno que se le diga que no entiende cuando vota'. Alarmados por la disensión interna, hoy se reúne el plenario de la coalición para discutir si abandona la iniciativa o sigue adelante sin su presidente, quien no exigirá disciplina partidaria ni impondrá su veto a lo que apruebe el Congreso, aunque ha acusado al canciller Luis Almagro de actuar con iniciativa propia sin que 'nadie' le preguntara 'qué opinaba'.

El mandatario ha sugerido una alternativa: un decreto que inhabilite los recursos de gobiernos anteriores que han impedido juzgar los crímenes de la dictadura. Además Mujica anuló, hace dos días, una resolución del ex presidente Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) para reabrir un caso sobre el asesinato de un militante comunista.

Desde que en 2005 el Frente Amplio accediera al poder con Tabaré Vázquez, tanto éste como el actual presidente han utilizado una excepción de la Ley de Caducidad que permite al Ejecutivo excluir algunos casos. Así se ha podido juzgar a los ex dictadores Gregorio Álvarez y Juan María Bordaberry.

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