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El asesino de Toulouse llevaba una cámara en el cuello

La ciudad trata de recuperarse del atentado que acabó ayer con la vida de un profesor y tres niños ante una escuela judía. La Policía analiza todos los testimonios y las grabaciones de las cámaras de seguridad

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Los habitantes de Tolouse tratan de recuperarse este martes del asesinato ayer de un profesor y tres niños en una escuela judía. Las autoridades locales han decretado un día de luto y los colegios han guardado un minuto de silencio por las víctimas.

Según informaron las autoridades francesas, los muertos en el atentado son Jonathan Sandler, profesor de religión de 30 años, sus hijos Gabriel y Arieh Sandler, de 4 y 5 años; y Myriam Mosonego, de 7 años e hija del director del centro. Los cadáveres de los cuatro serán trasladados esta tarde a Israel. En el hospital sigue ingresado un adolescente de 17 años que resultó herido de gravedad ayer en el tiroteo.

Anoche hubo concentraciones tanto en esta localidad como en París en apoyo de la comunidad hebrea. Mientras tanto la Policía ha puesto en marcha una verdadera caza al hombre desplegando a los 130 agentes del cuerpo judicial. El ministro de Interior, Claude Guéant, ha confirmado que el sospechoso llevaba atada al cuello una cámara con la que podría haber grabado la matanza.

El responsable del ataque de ayer fue grabado por las cámaras de seguridad de las inmediaciones del colegio y las propias cámaras de vigilancia del centro. A las imágenes solo han tenido acceso por ahora las autoridades y la responsable de la comunidad judía en Toulouse. En este caso, se sabe que el autor de la muerte de las cuatro personas llevaba un casco, por lo que resulta complicado identificarlo.

Sin embargo, ayer ya se supo que había sido utilizada el mismo arma que en los dos atentados que la semana pasada acabaron con la vida de tres paracaidistas de origen magrebí en Montauban, también en Tolouse, y que el atacante se presentó en el colegio con un scooter, como en aquella ocasión.

Por ahora la única pista del aspecto del asesino viene de una de las testigos del ataque contra los militares, que aseguró que el hombre tenía una cicatriz en la cabeza. 'Por el momento el trabajo continúa. No se ha avanzado mucho. Cada hora de trabajo aporta nuevos elementos a la investigación. Estamos verificando los testimonios y los elementos materiales', dijo esta mañana en Europe 1 el ministro de Interior, Claude Guéant.

Además, Guéant confirmó algunas informaciones que apuntaban a que el asesino llevaba una cámara en el cuello para grabar sus actos: 'Es una pista que fue denunciada. Se trata de una pequeña cámara empazada en el cuello ajustada con varias cinchas. No sé si filmó todo pero lo único que puedo confirmar es que la cámara existe', dijo.

Según informa Le Figaro, este tipo de dispositivo es de uso común en las brigadas paracaidistas francesas. Ambos regimientos, el 17 y el 11 de los paracaidistas de Toulouse los usan, explica el diario, y esto vuelve de nuevo a llevar a pensar en la probabilidad de que haya sido alguien con entrenamiento militar el que haya levado a cabo ambos atentados. 

Ayer la Policía seguía la pista a tres exmilitares que fueron expulsados en 2008 del 17º regimiento de la brigada paracaidista con sede en Montauban, Toulouse, tras haberse difundido una fotografía en la que posaban haciendo el saludo romano y sujetando una bandera con una esvástica. La imagen fue publicada por el diario Le Point

Esto, añadido a que los militares asesinados fueran de origen magrebí y de que las víctimas de ayer fueran judías, ha provocado que la opinión pública francesa crea que se trata de un ataque neonazi. No obstante, el presidente, Nicolas Sarkozy, ha dado la orden de analizar todas las posibilidades -incluida la de un perturbado aislado o un extremista islámico- antes de hacer cualquier tipo de juicio.

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