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Atacan la sede del candidato de Mubarak

En plena campaña para la segunda vuelta de las presidenciales, un grupo de manifestantes ataca la sede de Ahmed Shafiq, que se disputa el poder con los Hermanos Mulmanes

PUBLICO.ES / AGENCIAS

Las elecciones presidenciales en Egipto apuntan hacia el establecimiento de un nuevo equilibrio de fuerzas en el que se pone de relieve que el proceso transicional no es ni rupturista con el régimen ni capaz de integrar a todas las fuerzas políticas. Solo unos días después de que se celebrara la primeva vuelta, ayer un grupo de manifestantes asaltó y prendió fuego a las oficinas del candidato presidencial Ahmed Shafiq, último primer ministro de Hosni Mubarak.

Los manifestantes atacaron la sede electoral de Shafiq para protestar contra el resultado de los comicios, que deberán resolverse en una segunda vuelta entre este general retirado y el candidato islamista de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursi. Estas dos fuerzas enfrentadas coinciden en varios puntos, los dos apuestan un continuismo de las políticas económicas liberales, han actuado en connivencia con la Junta Mlitar y, a priori, partirían con el visto bueno de Washington. Y las dos están enfrentadas a 'la gente de Tahrir', el conglomerado de activistas, blogueros y trabajadores de los barrios más pobres del país que mantuvieron el pulso en la calle contra Mubarak e hicieron caer el régimen.

Los manifestantes condieran a Shafiq un remanente del antiguo régimen

Un testigo de los hechos, Ahmed Shehata, relataba a Efe que unas doscientas personas llegaron a la sede, una villa ubicada en el barrio residencial de Dokki, y lanzaron cócteles molotov contra las oficinas. Esta versión ha sido confirmada por fuentes de las fuerzas de seguridad gubernamentales, que han añadido que los manifestantes destruyeron los equipos y material del interior de la sede del que para amplios sectores de la población egipcia es un ‘fulul', un remanente del antiguo régimen.

La fachada del edificio quedó prácticamente intacta tras los ataques, mientras que la calle donde se ubica la dependencia se encontraba llena de octavillas y carteles electorales del candidato tirados por el suelo. Una vez acabó la acción, llegó el turno al otro bando y se desplazaron hasta el lugar decenas de curiosos y manifestantes que expresaron su apoyo al exprimer ministro de Mubarak. Allí gritaron consignas contra el grupo de su rival en la segunda vuelta como 'Abajo con la cúpula de los Hermanos Musulmanes' o 'El pueblo quiere a Shafiq como presidente'.

Un seguidor de Shafiq, Hosam Duidar, consideró en declaraciones a Efe que 'no es democrático atacar a quien no te gusta, ya que todas las voces tienen que ser respetadas'. Otro de ellos, Mohamed Amer, auguró próximos ataques similares, debido a que -en su opinión- hay una democracia incipiente en Egipto y todavía 'la gente no está acostumbrada' a ella.

Grupos de matones han atacado la concentración que tenía lugar en Tahrir

En paralelo a estos actos, un millar de personas se ha concentrado en la plaza Tahrir, epicentro de las protestas que acabaron con la presidencia de Mubarak en febrero de 2011, para protestar contra los resultados de los comicios, así como en la ciudad mediterránea de Alejandría. Entre los manifestantes se encuentra también uno de los candidatos presidenciales derrotados en la primera vuelta, el abogado laboralista Jaled Ali. En esta plaza se vivieron momentos de gran tensión cuando un grupos de ‘matones' comenzaron a arrojar piedras a los manifestantes, que respondieron también a pedradas.

Por su parte, el tercer candidato más votado de los comicios, Hamdin Sabahi, que se quedó a las puertas de la segunda vuelta -prevista para los próximos 16 y 17 de junio-, difundió a través de su cuenta de Twitter un mensaje pidiendo calma. 'El derecho del pueblo a expresar su opinión está condicionado a que se haga de forma pacífica', y criticó 'cualquier ataque a sedes de campaña y propiedades públicas o privadas'.

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