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Una oleada de protestas sociales deja cientos de heridos en Bosnia

PÚBLICO / AGENCIAS

Una oleada de protestas sociales contra el paro y la pobreza que sacude Bosnia ha dejado al menos 130 heridos desde el miércoles. Las revueltas se sucenden en varias ciudadaes del país con gran violencia, hasta el punto de que este viernes unos 6.000 manifestantes han atacado la sede de la Presidencia en la capital, Sarajevo, perimero con piedras y después le han prendido fuego.

La Policía ha empleado este viernes cañones de agua para dispersar a los manifesantes que trataban de entrar en el edificio presidencial. Una espiral de disturbios que comenzó el miércoles en la ciudad de Tuzla, al norte del país contra el cierre de varias factorías tras ser privatizadas. Pero las protestas se han extendido hasta la capital en una oleada sin precendetes desde el final de la guerra de los Balcanes de 1991-95.

En Bosnia, la tasa oficial de desempleo supera el 27,5 %, aunque algunos analistas consideran que es mucho mayor, y el salario medio no llega a los 500 euros.

El jueves, los disturbios en Tuzla dejaron un saldo de 50 heridos, entre ellos varios agentes, y una decena de detenidos. Según los medios bosnios, los congregados protestaron durante toda la tarde contra el Gobierno cantonal, al que acusan de no hacer nada para impedir la quiebra de varias empresas tras haber sido privatizadas, por lo que cientos de personas se han quedado sin trabajo y otros muchos no reciben sus sueldos desde hace meses.

'Este es el inicio de la primavera bosnia', dice un sindicalista  Los manifestantes pedían la dimisión del Gobierno y la puesta en libertad de las personas detenidas el día anterior, durante la primera jornada de protestas.

'Este es el inicio de la primavera bosnia', aseguró el presidente de los sindicatos de la fábrica 'Polihem', Sakib Kopic.

'Ningún partido político está detrás de la protesta, sólo está el pueblo', agregó.

Pero las protestas se han extendido a varias ciudadaes en solidaridad con Tuzla, cuyo cantón forma parte del ente bosnio común de musulmanes y croatas, que lleva años sumido en un clima de inestabilidad política y económica.

Un periodista de Reuters en el lugar de los hechos ha indicado que dos vehículos y una cabina de los guardias han sido incendiados este viernes delante del edificio de la Presidencia.

Horas antes, la Policía bosnia había empleado balas de goma y granadas aturdidoras para dispersar a los cientos de manifestantes antigubernamentales que se habían congregado en la capital.

Para este viernes se habían convocado protestas en todas las localidades y ciudades del país, incluida la capital, en una señal del creciente malestar social por la falta de avances tanto políticos como económicos en el país desde la guerra.

El jefe de turno de la terna presidencial de Bosnia-Herzegovina, el croata Zeljko Komsic, ha reconocido este viernes que las protestas se deben problemas que se acumulan desde hace años, y culpó de ello a la clase política.

'Es todo nuestra culpa. No sé si el poder estatal podrá funcionar, pero deberá hacerlo' 'Es todo nuestra culpa. No sé si el poder estatal podrá funcionar, pero deberá hacerlo. El poder siempre debe funcionar, este u otro. Porque de la anarquía no viene nada bueno', dijo el político croata-bosnio, que comparte la terna presidencial, jefatura colegiada del país, con un serbio y un musulmán.

'El pueblo no ha llegado (a las protestas) porque odie a alguien o por la orientación política, o por el nombre de alguien, sino por la desgracia, miseria e injusticia que les oprime con persistencia', agregó en declaraciones a una televisión local.

'Si el primer día de protestas se hubiese hablado con la gente no habría pasado esto' Komsic se opuso a cualquier uso de la fuerza contra los ciudadanos al recordar que 'la fuerza ha llevado a esto, y si el primer día se hubiese hablado con la gente no habría imágenes que tenemos ahora por toda Bosnia-Herzegovina'.

Por otra parte, el presidente de turno anunció que han convocado una reunión de emergencia de la terna presidencial.

Sarajevo, Tuzla, Zenica, Bihac y decenas de otras ciudades han albergado este viernes a centenares de miles de manifestantes  contra este cierre de varias fábricas y contra de la pobreza y corrupción política en este país, dividido y crispado desde la guerra que padeció hace 20 años.

El ministro bosnio del Interior, Fahrudin Radoncic, fue tajante hoy al calificar las protestas como 'un tsunami de los ciudadanos robados' contra la corrupción.

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