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Brexit Fumata blanca: acuerdo entre Reino Unido y la Unión Europea

Ambos bloques cierran un pacto histórico a una semana de que finalice el periodo de transición.

El primer ministro de Reino Unido, Borish Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
El primer ministro de Reino Unido, Borish Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Olivier Hoslet / REUTERS

La Unión Europea y el Reino Unido han alcanzado un acuerdo tras meses de intensas negociaciones sobre las relaciones entre ambos bloques a partir del 1 de enero de 2021. Un pacto in extremis a una semana de que finalice el periodo de transición y se haga efectiva la salida de Reino Unido de la UE, tal y como establece el Acuerdo de Retirada.

Ha llegado el día de Nochebuena, a través de un mensaje en Twitter, cuatro años y medio después de que Reino Unido celebrase el referéndum que desencadenó en el divorcio de Londres y el bloque comunitario. Un anuncio muy esperado tras una frenética jornada y una noche en blanco, en la que las cuotas pesqueras, el acceso a aguas británicas por parte de la flota europea y el calendario de negociación han puesto sobre las cuerdas una vez más el deal.

Ha sido el portavoz de la Comisión Europea para las relaciones con Reino Unido, Daniel Ferrie, el que ha anunciado la rueda de prensa de la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, para explicar los detalles del acuerdo. Lo ha hecho con un guiño al día de hoy, con un informal "ho-ho-ho".

Von der Leyen ha comparecido junto al negociador jefe europeo, Michel Barnier, a las 16 horas de este jueves. Para la alemana, ha merecido la pena luchar por este acuerdo, sellado en tiempo de descuento, "porque ahora tenemos un acuerdo justo y equilibrado con el Reino Unido, que protegerá nuestros intereses europeos, garantizará una competencia leal y brindará la previsibilidad muy necesaria para nuestras comunidades pesqueras".

"Finalmente, podemos dejar atrás el brexit y mirar hacia el futuro. Europa está avanzando ahora", ha añadido.El diplomático francés, por su parte, ha insistido en que la "protección de nuestros intereses ha estado presente a lo largo de estas negociaciones y me complace que lo hayamos logrado". "Ahora le toca al Parlamento Europeo y al Consejo expresar su opinión sobre este acuerdo", ha subrayado.

En Bruselas las tres instituciones -Comisión, Consejo y Parlamento- llevan en guardia desde este miércoles al mediodía, ante el rumor de acuerdo "inminente". Conscientes de que la fumata blanca antes del día de Navidad daría el margen necesario al Consejo para allanar el camino y permitir la entrada provisional del pacto el 1 de enero de 2021.

El pacto se ha cocinado a fuego lento, tras un camino de declaraciones y amenazas cruzadas, agotador para los equipos negociadores. En el mismo tiempo que tarda en gestarse un bebé y poco más del que se ha necesitado para desarrollar y validar una vacuna contra la covid, pero mucho menos del que habitualmente requiere un acuerdo de asociación y comercial. Todo es poco para conseguir un acuerdo entre dos vecinos y socios, que están condenamos a entenderse, tras ser compañeros de viaje durante casi cuatro décadas.

Las principales diferencias que han hecho peligrar las negociaciones entre Bruselas y Londres han sido la pesca, la gobernanza y la competencia en igualdad de condiciones. Desacuerdos que no han permitido grandes avances durante meses. Sin embargo, ante el riesgo de una relación entre terceros fijada por las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), ha habido un impulso en las negociaciones en las últimas semanas y este miércoles se ha hablado abiertamente de "acuerdo inminente", compartiendo voluntad y optimismo a ambos lados del canal de la Mancha. Un último empujón para resolver los principales escollos del pacto y desbloquear la situación antes de Navidad.

El pacto se ha cocinado a fuego lento, tras un camino de declaraciones y amenazas cruzadas

Un acuerdo que se rozó con las yemas de los dedos, pero no llegó, durante todo el miércoles. El optimismo se respiraba en el ambiente desde primera hora, y también en los mercados, tras un ligero repunte del 1% de la libra esterlina y que ha hecho que los bonos británicos hayan registrado su mayor subida en el último mes. Un motivo de tranquilidad para el Ejecutivo de Boris Johnson, que en los últimos días está lidiando con dos nuevas variantes del coronavirus en Inglaterra y miles de transportistas bloqueados en el puerto de Dover.

Pasada la 1 de la madrugada de este jueves, el portavoz jefe de la Comisión Europea, Eric Mamer, escribió un mensaje en Twitter adelantando que "el trabajo del brexit continuará durante toda la noche" y recomendando "a todos los observadores del brexit que duerman un poco". Lo que alegró y asustó a partes iguales, ante la incertidumbre de no ver un anuncio en el horizonte.
Las fuentes consultadas este jueves hablan de "informaciones vagas" y "poca concreción" por parte de los equipos negociadores. Las capitales, conscientes de la importancia del acuerdo, habrían pedido este miércoles analizar parte de la documentación y habrían participado en las consultas esta madrugada, según ha podido saber Público. Todo para cerrar los flecos del acuerdo, un complejo conjunto de textos legales que definen la futura relación comercial entre ambos bloques.

Un pacto menos ambicioso de lo que Bruselas pedía en origen, pero que garantiza un equilibrio a ambos lados del canal de la Mancha. Un paso adelante que ha sido posible tras el impulso de las últimas dos semanas, cuando los equipos negociadores anunciaron acuerdos en materia de gobernanza y competencia. El acuerdo incluye la apertura mutua de los mercados, algo que podría no gustar nada a los conservadores británicos que esperan cortar cualquier vínculo con la Unión Europea.

¿Y ahora qué?

Tras el acuerdo conseguido a nivel técnico, quedan varios procesos en el tintero. En primer lugar, tendrá que reunirse el Colegio de Comisarios y a continuación la Comisión Europea enviará el texto a las capitales para que lo examinen y ratifiquen. Para ello, los embajadores de los Veintisiete se reunirán próximamente, momento en el que también decidirán si el pacto se aplicará de manera provisional. Por último, el pleno del Parlamento Europeo tendrá que dar luz verde para que el acuerdo entre en vigor en su totalidad, algo que no ocurrirá antes de enero de 2021.

La Comisión Europea enviará el texto a las capitales para que lo examinen y ratifiquen

Para evitar una situación caótica tras la salida definitiva de Reino Unido del Mercado Común y de la Unión Aduanera, la Eurocámara advirtió a los equipos negociadores que no habría tiempo material para ratificar el acuerdo antes de acabar el año, sin un consenso antes del domingo pasado. Un ultimátum que esperaba incentivar a ambos bloques a conseguir el ansiado pacto y dar el margen necesario a los servicios legales de la institución para analizarlo y traducirlo en todas las lenguas oficiales de la UE para que los eurodiputados y eurodiputadas pudieran leerlo con calma antes de la votación.

Desde el Parlamento Europeo proponen que haya una aplicación provisional solo de los capítulos esenciales para dar el pistoletazo de salida al pacto, y dejar la ratificación del paquete completo para la votación en el pleno de enero.

La fumata blanca es solo un primer paso y ahora hay que analizar con detalle las páginas del pacto. El portavoz de la presidencia rotatoria de la UE, que ostenta Alemania hasta el 31 de diciembre, ha pedido minutos antes de la convocatoria de la rueda de prensa a los embajadores de la UE que estén disponibles durante el periodo navideño para futuras reuniones. De hecho, minutos más tarde, ha anunciado en Twitter que la presidencia del Consejo de la UE ha convocado una reunión de los diplomáticos este viernes, día 25, a las 10.30 horas de la mañana para comenzar a revisar el acuerdo.

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