El viaje que el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, realizaron este jueves a Mauritania se tradujo en una ayuda total de más de 500 millones de euros que se destinará a fomentar el progreso del país y la lucha contra la migración ilegal.

Sánchez y Von der Leyen se volcaron en transmitir al presidente mauritano, Mohamed Ould Ghazouani, un mensaje de colaboración con el desarrollo económico de Mauritania que está ligado también con la perspectiva migratoria.

Por un lado, Ursula von der Leyen anunció este jueves una partida de más de 210 millones de euros en concepto de ayudas a Mauritania para la gestión de la migración, el apoyo a los refugiados que acoge ese país y otros objetivos.  Por otro, Pedro Sánchez, en nombre del Gobierno español, prometió otros 300 millones de euros en distintas formas: proyectos de viabilidad, financiación de proyectos específicos y seguros de crédito. Sánchez puso especial énfasis se hará en que sirvan para desarrollar proyectos verdes en inversiones en energías renovables. 

Además, en la declaración final Sánchez anunció un aumento de los instrumentos de cooperación al desarrollo y explicó que se ha firmado el nuevo Acuerdo Marco País que prevé 60 millones de euros para proyectos en los cuatro próximos años. 

Adicionalmente, destinará 50 millones de euros más en los próximos cinco años a nuevos proyectos de cooperación financiera. Sumó a ello que España va a doblar su ayuda humanitaria al país, incrementando del millón de euros dedicado en 2023 a dos millones este año.

Por tanto, son 312 millones de euros que, de una u otra forma, van a beneficiar a Mauritania.

Una hoja de ruta común

La presidenta de la Comisión subrayó el objetivo de intensificar la cooperación entre la UE y Mauritania, en particular en el ámbito de la política migratoria, incluida la gestión de las fronteras, los retornos y "dar más oportunidades a los jóvenes" para evitar los peligrosos viajes a través de la ruta del Atlántico.

La política europea informó de que se ha dialogado con las autoridades mauritanas para "hacer una declaración y una hoja de ruta común" que finalizará en primavera, y que irá "acompañada de un sobre financiero de más de 210 millones de euros de aquí a final de año".

Esa suma servirá, precisó, "para gestionar la migración, para la ayuda humanitaria a los refugiados, las inversiones en empleo, las competencias y el emprendimiento en el Global Gateway", dijo Von der Leyen, en referencia al programa comunitario de inversiones en terceros países.

Subrayó también el objetivo de reforzar la asociación en el ámbito de la seguridad, marcada por la situación "muy precaria" en el Sahel, e indicó que por ese motivo la UE aumentará su apoyo en ese ámbito con más de 22 millones de euros adicionales, lo que aumentará la asistencia a 40 millones este año.

Ello permitirá, entre otros objetivos, crear un nuevo batallón de las fuerzas armadas de Mauritania para combatir el terrorismo, asegurar la frontera con Mali y formar a personal de defensa.

La presidenta de la Comisión dijo que la asociación reforzada incluye también la estrategia Global Gateway, "que abre a la transición ecológica en Mauritania", país que "tiene un inmenso potencial para el hidrógeno limpio". Ello ayudará, dijo, no solo a crear infraestructuras sino también ofrecer las competencias necesarias, lo que creará empleo y atraerá inversiones. 

Los anuncios de Sánchez y Von der Leyen fueron agradecidos por el presidente mauritano, quien a su vez garantizó su pleno compromiso y el de su país contra los movimientos migratorios irregulares.

"Vamos a desempeñar el papel que nos corresponde", afirmó Ghazouani.