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Calma tensa en Libia

EFE

La capital libia vive este lunes en medio de una tensa calma, aunque sin incidentes, después de los enfrentamientos registrados el domingo, tras el asalto a la sede del Parlamento protagonizado por dos milicias de la ciudad de Zintán, situada al suroeste de Trípoli.

Los comercios y colegios han abierto sus puertas y las calles han vuelto a registrar una actividad normal después de los choques ocurridos entre hombres armados de Al Qaqaa y Al Sawaeq contra milicianos de Trípoli y las fuerzas de seguridad. Unos combates que se prolongaron hasta la madrugada, especialmente en el camino que une la capital con el aeropuerto, donde ambas milicias tienen sus cuarteles.

Según el portavoz del Ministerio de Sanidad, Amar al Tarbán, dos civiles han muerto y otros 66 han resultado heridos en los tiroteos. Tarbán agregó que las milicias han liberado a un asistente del Ministro de Sanidad que mantenían retenido desde ayer.

Ambos grupos armados, que ya en febrero amenazaron con detener a los parlamentarios por considerar que la Asamblea Legislativa es ilegítima, asaltaron ayer la sede del Parlamento con armamento medio y pesado y posteriormente se replegaron hacia la zona del aeródromo de la capital. Su ataque, que coincidió con una sesión parlamentaria que tuvo que ser interrumpida de urgencia, se produjo dos días después de que en la ciudad oriental de Bengasi, la segunda más importante de Libia, el general retirado Jalifa Hafter, asaltara con el apoyo de milicianos y militares varios cuarteles de milicias.

Dichos enfrentamientos, que concluyeron después de que las fuerzas comandadas por Hafter se retiraran a tres barrios de la periferia de Bengasi, causaron al menos 70 muertos y 141 heridos. Hafter, al igual que las dos milicias de Zintán, no reconoce la legitimidad de la Asamblea Legislativa. Sin embargo, se desconoce hasta qué punto ambos ataques han estado coordinados.

Para el Gobierno, no existen 'indicios reales' que vinculen ambos asaltos, que han puesto de nuevo de manifiesto la fragilidad de la situación en el país magrebí. A través del ministro de Justicia, Saleh al Marguni, el Ejecutivo instó anoche a todas las fuerzas a 'adoptar una política de la razón y del diálogo así como de reconciliación nacional' para avanzar hacia la construcción de 'un Estado de Derecho y de Instituciones'.

La falta de seguridad en el país, unido al reciente secuestro de varios diplomáticos árabes, ha empujado a Arabia Saudí y a Argelia a cerrar sus misiones diplomáticas en Trípoli. Arabia Saudí suspendió este lunes 'totalmente' sus servicios diplomáticos en la capital libia y cerró su embajada y consulado en ese país. Una decisión que se suma a la tomada por Argel el pasado viernes, que clausuró de manera 'preventiva y urgente' su embajada y consulado general en Trípoli debido a la 'existencia de una amenaza real e inminente' contra sus diplomáticos, según informó el Ministerio de Exteriores argelino.

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