Los resultados definitivos de la segunda vuelta de las elecciones regionales en Francia han confirmado el castigo al presidente Nicolas Sarkozy. La Unión para un Movimiento Popular (UMP) sólo ha obtenido la presidencia en tres de las 26 circunscripciones.

La izquierda se lleva todas las demás, consiguiendo sus mejores resultados desde 1981. El ultra Frente Nacional (FN), encabezado por la hija del histórico Jean-Marie Le Pen, mejora los resultados de la primera vuelta.

la primera decisión de Sarkozy ha sido mantener una reunión con su primer ministro François Fillon. Ambos analizarán los resultados que han otorgado un 54% de los votos a la coalición de izquierda formada por el Partido Socialista, los ecologistas y el Frente de Izquierdas.

Frente a ese porcentaje la UMP de Sarkozy se tuvo que contentar a escala nacional con alrededor del 35,5% de los sufragios. El aumento de la participación no parece haber ayudado al partido del Gobierno y sí parece haber mejorado los datos del Frente Nacional.

El partido de extrema derecha consiguió un 9,26% de los votos en todo el país. Pero teniendo en cuenta sólo las 12 regiones en las que había podido mantener sus listas en la segunda vuelta, marcó un nuevo avance con un 17,8% de apoyo. En esas 12 regiones sus listas recibieron medio millón de papeletas más que en la primera vuelta del domingo precedente.

Le Pen padre mejoró sus resultados en Provence-Alpes.Côte d'Azur, pasando de un 20,30% a un 22,87% de los votos. Su hija Marine, llamada a sustituir a su padre en un futuro no lejano, octuvo un 22,20% en Nord-Pas-de-Calais, casi cuatro puntos por encima de los resultados de la primera vuelta.

Los medios han analizado el ascenso del FN como una consecuencia de la menor abstención. Esa cifra quedó en el 48,81% según el Ministerio del interior, comparada con el 34,3% registrado en la segunda vuelta de los anteriores comicios regionales en 2004. En la primera vuelta la semana pasada, un 53,67% de las personas inscritas en los registros no habían acudido a las urnas.

Además de la derrota en las urnas, a Sarkozy le acecha otro peligro inesperado. Su máximo rival, Dominique de Villepin podría presentar este jueves un proyecto como alternativa al presidente francés. Ayer por la noche, después de los primeros resultados, su entorno empezó a hablar con los medios sobre esta posibilidad.

La iniciativa ha sido llamada  'Movimiento al servicio de los franceses', y se supone que presentará 'una alternativa' al estilo de la política que aplica Sarkozy, según AFP.

Estilo que, según una encuesta de Libération este lunes, no acaba de calar entre el electorado. La mitad de los franceses quieren que Sarkozy tenga un 'estilo más presidencial'; seis de cada diez franceses piden más protagonismo para el primer ministro François Fillon; y un tercio pide que que 'ralentice sus proyectos de reforma'.