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El Consejo de Estado francés anula
el veto al burkini

"Esperamos que sea el final de una polémica, una polémica esencialmente política", afirma el abogado de la Liga de Derechos Humanos, que había recurrido esa norma municipal que actualmente está en vigor en una treintena de municipios franceses.

Un grupo de personas participa en una protesta bajo el lema "Lleva lo que quieras" en el exterior de la embajada francesa en Londres, Reino Unido. / EFE

PÚBLICO / AGENCIAS

PARÍS.— El Consejo de Estado francés, la máxima instancia administrativa francesa, invalidó este viernes el decreto municipal de la localidad de Villeneuve Loubet, en la Costa Azul, que prohíbe en sus playas el burkini y toda prenda que "no se ajuste a las buenas costumbres y el laicismo".

Su decisión era muy esperada en Francia por la posibilidad de que siente jurisprudencia en la treintena de municipios, incluidos Cannes o Niza, que desde principios de agosto han aprobado decretos similares.

"Esperamos que sea el final de una polémica, una polémica esencialmente política", indicó a la salida de la audiencia Patrice Spinosi, abogado de la Liga de Derechos Humanos (LDH), que había recurrido esa norma municipal.

En un comunicado, el Consejo de Estado ha afirmado que aunque el alcalde tiene como labor conciliar la seguridad con el respeto de las libertades de los habitantes, en el caso de la localidad "no hay elementos que permitan deducir riesgos del orden público como resultado de la ropa de baño de ciertas personas".

"En ausencia de tales riesgos, el alcalde no podía adoptar una medida prohibiendo el acceso a la playa y al baño", ha añadido el Consejo de Estado, suspendiendo con ello la prohibición municipal, que no mencionaba explícitamente el conocido como 'burkini'.

Identidad cultural francesa

Bajo el sistema legal francés, se pueden comunicar decisiones temporales antes de que el tribunal se tome más tiempo para preparar una sentencia sobre la legalidad del caso.

La prohibición mostró grietas en la unidad del gobierno socialista después de que el primer ministro Manuel Valls la defendiera mientras que algunos ministros la criticaron.

El asunto ha puesto bajo el foco las dificultades de la secular Francia para responder a las amenazas de yihadistas locales y milicianos extranjeros tras los ataques en Niza y una iglesia en Normandía en julio.

También ha convertido la identidad cultural francesa en un asunto polémico junto con la seguridad en debates políticos mientras el país está cerca de entrar en campaña electoral antes de las próximas elecciones del próximo abril.

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