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Crece la furia contra Occidente

'Vaciando el Carrefour un día enviamos este mensaje: el pueblo chino no debe ser humillado', dice uno de los SMS que llama al boicot

ANDREA RODÉS

Una lluvia persistente y la presencia de dos furgones de policía se encargaron ayer de disuadir cualquier intento de manifestación frente al Carrefour de Shuangjing, un barrio residencial de clase acomodada, al este de Pekín.

Algunos establecimientos de la cadena de supermercados francesa fueron este fin de semana el escenario de protestas de cientos de ciudadanos chinos por la actitud de Francia respecto al Tíbet y los JJOO.

El ataque al grupo Carrefour, que cuenta con 112 locales en el gigante asiático y goza de gran popularidad entre la clase media china, se ha convertido en una forma de expresar el descontento de la sociedad china por las protestas de activistas  protibetanos que estropearon el relevo de la antorcha olímpica por París, el pasado 7 de abril, y por la actitud del presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Sarkozy ha insistido en que Pekín retome el diálogo con representantes del Dalai Lama, líder tibetano en el exilio, y no ha confirmado aún su asistencia a la ceremonia de inauguración de los JJOO.

Boicot el 1 de mayo

'Vaciando el Carrefour al menos un día, podemos enviar este mensaje al mundo occidental: ¡el pueblo chino no debe ser humillado ni insultado!' Mensajes como éste circulan desde el lunes por miles de móviles e Internet en China.

Pero lo que parecía una simple cadena de mensajes para convocar el boicot a Carrefour el día 1 de mayo, festivo en China, ha acabado desencadenando protestas y disturbios de marcado tono nacionalista.

Las manifestaciones más graves tuvieron lugar el sábado en las ciudades de Qingdao, Wuhan y Hefei, donde se coreó 'contra la independencia de Tíbet' y llamaban al 'boicot a Carrefour', según informó el diario oficial China Daily.

En Wuhan, una ciudad industrial de ocho millones de habitantes, está la planta principal del fabricante de coches francés Peugeot-Citröen. Temiendo ser objeto de disturbios, un portavoz de la compañía declaró estar en contra de un boicot a los Juegos.

La embajada francesa en Pekín permanece protegida por un cinturón policial desde el sábado.

Pekín pide calma a la población 

El Gobierno chino, cuya política de propaganda desde que empezaron los disturbios en Tíbet es responsable de aupar el sentimiento nacionalista, no puede permitir que las protestas antifrancesas se vuelvan violentas cuando quedan cuatro meses para los JJOO. Por eso, ayer pidió calma a la población.

Las movilizaciones contra Carrefour están protagonizadas sobre todo por estudiantes y jóvenes de clase media de las zonas urbanas. La mayor parte de la población china no puede permitirse comprar en estos supermercados y desconoce su origen francés.

No es la primera vez que en China se producen este tipo de manifestaciones, de marcado tono nacionalista. En 1999, cuando la Embajada china en Belgrado fue bombardeada por aviones de la OTAN, miles de ciudadanos se lanzaron a la calle con gritos en contra del 'imperialismo americano', rompiendo escaparates de Mc Donalds y KFC y pidiendo el boicot a los comercios de EEUU. Lo mismo ocurrió en 2005 contra los intereses japoneses. 

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