Estados Unidos ha proporcionado este martes las garantías solicitadas por el Tribunal Superior de Justicia Londres, que finalmente podrían allanar el camino para que Julian Assange sea extraditado desde Gran Bretaña. La corte había reclamado a Washington que se comprometiese a que el fundador de WikiLeaks tendría un juicio justo.

En marzo, el Tribunal Superior dictaminó que, sin ciertas garantías estadounidenses, a Assange se le permitiría presentar una nueva apelación contra su extradición a Estados Unidos, que lo acusa de haber cometido 18 delitos informáticos y de espionaje, cargos que suman una pena máxima de hasta 175 años de prisión o que incluso podrían suponer la pena de muerte.

Esas garantías han sido presentadas justo antes de la fecha límite, establecida para este martes. ¿Pero en qué consisten esas garantías? Si se celebrase un juicio, por ejemplo, Assange podría ampararse en el derecho a la libertad de expresión, protegido por la Primera Enmienda.

Estados Unidos también se compromete a que no pesarán sobre el fundador de Wikileaks nuevos cargos que pudieran derivar en la pena de muerte, que según Washington no será solicitada ni tampoco impuesta.

El 20 de mayo se celebrará un nueva vista, donde los jueces británicos decidirán si conceden a Assange otra oportunidad para recurrir su extradición o si proceden a la entrega, aunque los abogados del australiano ya han dejado claro de que no se fían de las supuestas garantías dadas por Estados Unidos.

La esposa de Assange, Stella, con quien contrajo matrimonio mientras estaba encarcelado en Londres, también ha rechazado las supuestas garantías. "La nota diplomática no hace nada para aliviar la extrema angustia de nuestra familia sobre su futuro, ni sobre la sombría expectativa de pasar el resto de su vida aislado en una prisión estadounidense por hacer un periodismo que ha merecido premios", ha lamentado su mujer.