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Obama: "La reconciliación del pueblo cubano es fundamental para el futuro de Cuba"

Ha pedido este martes en La Habana que se reconstruyan los lazos con el exilio. "Los Estados Unidos no tienen ni la capacidad ni la intención de imponer cambios en Cuba, los cambios dependen del pueblo cubano", ha dicho el presidente estadounidense. 

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ofrece un discurso al pueblo cubano hoy, martes 22 de marzo de 2016, en el Gran Teatro de La Habana en La Habana (Cuba). "Le ofrezco al pueblo cubano un saludo de paz" dijo en español el presidente estadounidense. EFE/JEFFREY ARGUEDAS

FERNANDO RAVSBERG / PUBLICO

LA HABANA.- El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó este martes en La Habana que "la reconciliación del pueblo cubano" es fundamental para el futuro de Cuba y pidió que se reconstruyan los lazos con el exilio.

El presidente estadounidense ha hecho llamamiento a las libertades políticas en Cuba, donde incluye la libertad de expresión y de religión, en su discurso, histórico, transmitido en toda la isla de gobierno comunista.

El discurso de Obama fue televisado para toda Cuba desde el Gran Teatro de la Habana. El presidente aseguró que venía en son de paz, buscando dejar atrás la historia de enfrentamientos. Despertó sus simpatías con frases en español y mencionó desde la música cubana hasta los platos más populares, como la “ropa vieja”, y el deporte
nacional, el béisbol. Exaltó la creatividad de los cubanos, mencionó a algunos trabajadores autónomos por su nombre, refiriéndose a la importancia y repercusión social de su actividad.

En su intervención con el presidente cubano Raúl Castro, Obama extendió una "mano de amistad". Explicó que su visita a La Habana tiene como objetivo  "enterrar el último remanente" de la Guerra Fría en las Américas.

Además pidió que el gobierno cubano lleve a cabo reformas económicas y políticas, ya que en dicho país se tolera poco la disidencia. Hizo especial hincapié en el desarrollo de los “emprendedores” de la isla, un sector que ha ensalzado durante todo el viaje. Afirmó que si el gobierno cubano les permitiera trabajar libremente podrían aportar mucho al desarrollo del país y puso como ejemplo lo que los emigrados han construido en Miami. Obama se volvió a comprometer con el apoyo de Washington a este sector económico.

El gran ausente del discurso fue la disidencia, la que hasta ahora había sido la principal apuesta de todos los gobiernos estadounidenses. Se reunió con algunos de ellos pero los contactos tuvieron muy bajo perfil. Ni siquiera se refirió a la detención de las Damas de Blanco el pasado domingo cuando se manifestaban en la calle. 

Todo parece indicar que la atención de los EEUU se mueve hacia otro sector como motor de cambio. De todas formas su gobierno sigue entregando U$D 20 millones cada año a los grupos opositores dentro de Cuba.

También el Presidente insistió mucho en la promoción de Internet como vía para el desarrollo de la economía y la de los ciudadanos. Viene acompañado con directivos de Google, los cuales ya habían fracasado en sus negociaciones con el gobierno cubano para poner wifi gratuito al 70% de la población. La respuesta de La Habana fue que preferían ir
más despacio antes que poner en manos de los EEUU las comunicaciones del país e inmediatamente negociaron con empresas chinas para extender la red en toda la isla.

"El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano", dijo Obama en español. "Los Estados Unidos no tienen ni la capacidad ni la intención de imponer cambios en Cuba, los cambios dependen del pueblo cubano".

Obama habló ante una multitud cuidadosamente escogida, que festejó cuando hablaba de la necesidad de acabar con el largo embargo económico sobre la isla pero no tanto cuando se refirió a las libertades civiles.

"El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano"

Por lo demás, el mandatario trató de promover la democracia estadounidense como herramienta para la evolución social. No intentó vender el paraíso sino una sociedad con muchos problemas, desde racismo o una extrema concentración de las riquezas, pero con capacidad de evolucionar. Con mucho respeto y remarcando que los cambios solo competen a los cubanos, Obama propuso a Cuba realizar transformaciones políticas y económicas hacia un modelo diferente.

Los medios de la prensa cubana inmediatamente salieron a responder al discurso, tratando de cuestionar argumentos y restarle las simpatías que puede haber despertado en la población. Todos los entrevistados recordaron que si Obama quiere realmente dejar en manos de los cubanos el destino de la isla, debe empezar por terminar con los programas que financian las emisiones de Radio y TV contra La Habana, la creación de
redes periodísticas disidentes y el pago a los opositores.

Sin embargo, Obama ha llegado a muchos cubanos, “el mulato nos propone la paz y nos ha dicho muchas verdades”, comentó a Público un joven cubano que no quiso dar su nombre. Los medios nacionales han respondido pero lo hacen desde la vieja arenga de barricada. Tendrán que actualizar su discurso si quieren enfrentar con éxito esta nueva
expresión del diferendo bilateral, signada por una amistad que puede llegar a ser mucho más peligrosa para La Habana que la vieja agresividad.

Millones de cubanos dentro y fuera de la isla siguieron su discurso desde el Gran Teatro de La Habana, el mismo lugar donde el anterior presidente estadounidense que visitó la isla, Calvin Coolidge, dirigió unas palabras a este pueblo en 1928.

Más tarde, Obama se reunirá con un grupo de disidentes, algo inimaginable antes de que los otrora enemigos acordaran, en diciembre de 2014, acabar con más de medio siglo de hostilidades diplomáticas recíprocas.

Pero a pesar de haber relanzado sus vínculos bilaterales, Washington y La Habana aún mantienen profundas diferencias: Castro señaló el lunes al embargo económico impuesto por Washington en 1962 como el principal obstáculo hacia la normalización total de sus relaciones.

Además, Cuba exige la devolución del territorio donde se levanta una base naval estadounidense en la bahía de Guantánamo, al extremo oriental de la isla, así como el cese de transmisiones de radio y televisión dirigidas a su territorio.

Después de un partido de béisbol entre el equipo Tampa Bay Rays y la selección cubana, Obama partirá a Argentina acompañado de su esposa Michelle y sus dos hijas, buscando recomponer la relación con la tercera mayor economía de Latinoamérica.

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