BARCELONA.- La comisión de Presidencia del Ayuntamiento de Barcelona ha instado al gobierno de la alcaldesa Ada Colau a iniciar inmediatamente los trámites administrativos necesarios para la revocación, por su imputación por fraude fiscal, de la Medalla de Oro de Barcelona a la infanta Cristina.

El Ayuntamiento de Barcelona otorgó la Medalla de Oro de Barcelona a la infanta Cristina de Borbón en junio de 1997 y el alcalde Pasqual Maragall se la entregó el 22 de septiembre de 1997, días antes de contraer matrimonio con Iñaki Urdangarín en la capital catalana, donde residía desde 1992.

La propuesta para retirar la medalla a la infanta, que ha presentado ERC, se ha aprobado en una votación nominal con los votos a favor de 12 concejales, los republicanos, los de Barcelona en Comú, los de CiU, los del PSC y los de la CUP, y la abstención de 3, los dos de Ciutadans y uno del PP.

El gobierno municipal deberá informar a Cristina de Borbón de que, a partir de este momento y mientras dure el procedimiento administrativo, no debe usar el galardón en ningún acto público y que deja de tener derecho al tratamiento de Excelentísima Señora y de privilegio protocolaria en los actos oficiales organizados por el Ayuntamiento de Barcelona.

"No existe ningún mérito para que sea merecedora de este galardón"

El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha destacado que el Gobierno de Ada Colau ya había pedido un estudio para iniciar el expediente de retirada de la medalla, que finalmente debe ser revocada por el pleno municipal. "No existe ningún mérito para que la Infanta sea merecedora de este galardón", ha aseverado Pisarello, que ha destacado que, dado su vínculo con la capital catalana, hubiera preferido que la propia Infanta hubiera devuelto la medalla tras su vinculación con el caso Nóos.

Para el portavoz municipal de ERC, Jordi Coronas, esta decisión demuestra que Barcelona demuestra su compromiso con los valores de la honestidad y la justicia social, ya que no puede permitirse que tenga esta distinción "alguien que está siendo investigado judicialmente en un caso que a ojos de la opinión pública internacional es uno de los máximos ejemplos de inmoralidad, corrupción y nepotismo".

Joaquim Forn (CiU) también ha criticado que la Infanta no haya renunciado a la medalla y a otros honores y reconocimientos, y ha considerado que su investigación en el caso Nóos es "motivo objetivo" para revocar la distinción.

La socialista Carmen Andrés ha resaltado que no pretenden "hacer un juicio paralelo ni avanzarse a sentencias judiciales" votando a favor, sino preservar el bueno nombre de Barcelona. Por su parte, Josep Garganté (CUP) ha criticado a la monarquía y a los Borbón y ha dicho que esta medalla nunca se debería haber concedido.

Presunción de inocencia

El portavoz de C's, Paco Sierra, ha explicado su abstención por respeto a la presunción de inocencia: "Somos muy respetuosos con la ley y los procedimientos judiciales, y tenemos una figura clave que en derecho se llama presunción de inocencia. ¿Qué pasará si la absuelven?", se ha preguntado.

La edil popular Àngels Estller se ha abstenido también por respeto a la presunción de inocencia y después de pedir a ERC que pospusiera este debate, ya que el tribunal encargado del caso resolverá antes del 9 de febrero si aplica la doctrina Botín sobre la hermana de Felipe VI y evita que sea juzgada por los delitos fiscales que le atribuye Manos Limpias: "Estamos en una situación que no sabemos si va a seguir estando imputada o no".

Pujol devolvió la medalla sin que se aprobara su retirada

Pisarello ha apostado por iniciar también el procedimiento para retirar la medalla al expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, que la "devolvió físicamente" en agosto de 2014 adjuntándola en una carta en la que comunicó que retornaba la distinción --que recibió en 1992-- después de admitir que había ocultado una fortuna en el extranjero durante 34 años.

Pujol devolvió la medalla sin que el Ayuntamiento aprobara retirársela, por lo que el caso de la Infanta Cristina es el primero en el consistorio, que aprobó en 2009 en comisión conceder la distinción al expresidente del Palau de la Música Fèlix Millet, pero no llegó al pleno, ya que durante el proceso se abrió la investigación sobre el caso Palau.