Las actuaciones de lucha contra el fraude fiscal de la Agencia Tributaria han permitido recaudar 16.675 millones de euros en 2022, una cantidad que se destinará a las arcas públicas.

Aunque el organismo ha percibido un 1,3% menos que el año anterior, debido a algunos efectos extraordinarios que afectaron al resultado del pasado ejercicio, una vez descontadas estas causas, los resultados homogéneos alcanzaron los 15.362 millones. Esto supone un 2,7% más que el pasado año, según el balance de los resultados de control tributario de la Agencia Tributaria publicados este martes.

La mayor parte de esta cantidad corresponde a ingresos directos, 10.536 millones, un 16,6% más, mientras que los inducidos –declaraciones que se presentaron fuera de plazo, pero sin necesidad de un requerimiento previo– alcanzaron los 813 millones, un 7,8% más. Mientras tanto, el resto corresponde a minoraciones de devoluciones.

Por otro lado, la Agencia Tributaria regularizó el pasado año más de 3.409 millones de multinacionales, así como 97 falsos no residentes domiciliados en otros países que deberían tributar en España. En total, el órgano llevó a cabo 39.366 actuaciones de control relacionadas con grandes empresas, patrimonios de personas físicas, abusos societarios y lucha contra la economía sumergida, un 7,6% más que el año anterior.

Entre las actuaciones de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) se encuentra el análisis del uso de tarjetas bancarias con cargo a cuentas en el exterior (offshore), con el que se han liquidado 78,8 millones de euros.

Por otra parte, y en relación con el control de alquileres sumergidos, Hacienda sigue destacando el efecto inducido que supone el envío de avisos de datos fiscales a presuntos arrendadores durante las últimas campañas del Impuesto sobre la Renta. En los seis últimos ejercicios, estos avisos han favorecido la incorporación de más de 1.182.000 declaraciones que incluyen rendimientos del capital inmobiliario, con una mayor base imponible declarada de más de 7.700 millones de euros y una recaudación asociada a estas campañas que se estima en 933 millones de euros.

En cuanto al control para asegurar el cobro de las deudas, los datos de la Agencia Tributaria indican que el conjunto de la deuda pendiente se redujo un 3,8% el año pasado para situarse en el nivel más bajo de los últimos 13 años.