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¿Influye el modelo de Estado en la gestión de la pandemia?

Cuatro politólogos y expertos comparan las capacidades de Alemania, España, China y Estados Unidos y dirimen si el modelo de Estado afecta, para bien o para mal, en la gestión de una crisis. 

Manifestante en Berlín contra las imposiciones por el coronavirus. REUTERS/Christian Mang
Manifestante en Berlín contra las imposiciones por el coronavirus. REUTERS/Christian Mang

jose carmona

La covid-19 ha significado que cada país se haya enfrentado a su manera a la emergencia económica y sanitaria desatada desde finales el mes de febrero. Ahora que la desescalada empieza a vislumbrarse, varios politólogos analizan la forma de gestionar ese momento histórico.

¿Hay algún modelo de Estado mejor que otro para enfrentar la pandemia? ¿El unipartidismo de China o el federalismo alemán? ¿La unilateralidad de EEUU o el estado de alarma de España para centralizar la toma de decisiones? Cada país ha tirado de un decálogo diferente para erradicar el virus y sus consecuencias.

China, si se da credibilidad a los datos oficiales que ha presentado en cuanto a infectados y fallecidos, ha demostrado ser eficaz en su toma de decisiones. En la provincia de Hubei ya no hay ningún caso activo y la nación parece haber superado la emergencia. 

"En China, el Partido Comunista decide y el Estado ejecuta, es un sistema político singular. Además, pese a que el partido se rige por el centralismo democrático, el Estado tiene una amplia descentralización", asegura Xulio Ríos, experto en el país asiático, con más de una docena de libros publicados sobre él.

Presidida por Xi Jinping, la República Popular de China trabaja de forma que los órganos provinciales actúan hasta que el Gobierno central toma las riendas. El poder ha mostrado, además, una rápida respuesta a lo que han sido consideradas malas decisiones. "Los primeros casos de Wuhan se trasladaron al comité provincial y de ahí a Pekín. Cuando llegó a la capital, su actuación fue analizada y se consideró que no se había hecho bien, por lo que los líderes del partido en Wuhan y Hubei fueron removidos. En China han caído muchos funcionarios por la gestión de la crisis en un lapso breve", apunta Ríos.

Xulio Ríos: "Como dicen allí, en China mandan los hombres, no las leyes"

La movilización del Ejército, el traslado de 40.000 médicos a la provincia afectada, la distribución de recursos, el cierre de ciudades... ¿Se apoya en algún decreto Jinping a la hora de actuar? En China las maneras son muy diferentes a lo que se conoce en Europa: "La legalidad está amparada en la legitimidad del órgano que toma las decisiones. Mao consideraba la ley como un corsé. Como dicen allí, en China mandan los hombres, no las leyes. Quien toma las decisiones es el Comité Permanente del Buró Político y las aplica en el Consejo de Estado. Se debate si la Constitución debe tener un rango institucional y una difusión pública, aunque siempre se queda en un lugar secundario", asegura el experto.

El federalismo, a examen

Casi como contrapunto del centralismo chino está Alemania, quinto país del mundo con más contagiados. La federación ha trabajado coordinada entre el Ejecutivo central y los Länder (gobiernos regionales), fórmula que ha demostrado éxito y fisuras.

"En Alemania, como en España, la gestión de la sanidad está en manos de los Länder. El papel del Gobierno federal consiste en coordinar las distintas actuaciones de las regiones en los órganos de cooperación multilateral, como la Conferencia de los Ministros de Sanidad, donde se toman acuerdos para aplicar de manera coordinada y uniforme alguna de las medidas implementadas", recalca la politóloga asegura Sandra León, profesora de la Universidad Carlos III.

Como ejemplo de la falta de centralismo, el país centroeuropeo ha visto cómo cada Estado se sumaba escalonadamente a la obligatoriedad de usar mascarilla en espacios públicos, con Bremen como el último en adoptar la medida. Además, en ningún momento Alemania ha visto una aplicación similar al estado de alarma en España ni un confinamiento estricto, sino que se han aplicado normas de distanciamiento social y el cierre parcial de la vida pública.

"En 1968 se aprobó la German Emergency Acts (Notstandsvergassung), que regula algunas emergencias y da más poder al Gobierno central, aunque nunca se ha implementado a nivel federal. En Alemania, la ejecución de las leyes pertenece a los Länder, aunque esto ha desatado tensiones, ya que las regiones han tenido que competir entre ellas por la obtención de materiales en un mercado muy complicado", analiza León.

Por ejemplo, Berlín ha decidido que sus museos reabrirán el 4 de mayo, medida que no podría tomar la Comunidad de Madrid. Sin embargo, en cuestiones mayores, el federalismo ha sufrido críticas internas: "El excanciller Gerard Schoreder se ha quejado y ha dicho que el federalismo está llegando a su límite, mientras que Jens Spahn, ministro de Salud, ha anunciado que la ley federal que regula las infecciones (Infection Protection Act) debería reformarse en el futuro para otorgar a las autoridades federales más capacidad de coordinación", recuerda la docente.

La estrategia de Trump

Estados Unidos, en cambio, ha preferido caminar por la unilateralidad, a pesar de que Trump podría haber acaparado más poder para evitar los enormes desequilibrios que se han producido en el país. Sin embargo, el presidente ha optado por deslavazar un trabajo que, como ya le reprendió la Unión Europea, requería colectividad.

Carlos Delclós: "Trump prefiere generar conflicto entre estados donde su victoria está más asegurada y los que seguramente perderá"

Carlos Delclós, sociólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona, encuentra decisiones políticas que priman sobre el modelo de Estado: "Trump podría haber centralizado el poder. No olvidemos que este siglo empezó con una centralización sin precedentes en el país tras el 11-S. De hecho, el mandatario no ha dudado en acaparar el poder para amplificar la persecución de migrantes o cerrar fronteras, pero con el coronavirus se ha mantenido al margen para fomentar la competición entre estados. Prefiere generar conflicto entre los estados donde su victoria está más asegurada y los que seguramente perderá". 

Sin embargo, uno de los principales ejes de EEUU durante esta crisis ha sido la vulnerabilidad sanitaria. "Para ser precisos, la principal carencia del sistema estadounidense es que la salud ni siquiera se plantea como un derecho", agrega el politólogo.

Estados Unidos es un país que ha visto la construcción de fosas comunes en Nueva York mientras en California se podía salir a hacer deporte o a pasear a partir de ciertas horas. De un extremo a otro ha reinado la unilateralidad. "En Georgia han vuelto a imponer la normalidad económica. Hay importantes variaciones a nivel de Estado y luego, dentro de ellos, órdenes a nivel local. En Texas, por ejemplo, muchas de las decisiones más importantes se han tomado a nivel de ciudad o de condado", asegura Delclos.

El centralismo español

España podría haber optado por una gestión parecida a la alemana, ya que el sistema de Comunidades Autónomas podría haberse equiparado al de los Länder germanos, pero, en cambio, optó por centralizar el mando, una decisión bastante recurrente en el pasado más reciente.

Jose Manuel Paredes: "España podría haberse parecido a Alemania, que ha puesto en común las medidas"

"La decisión de declarar el estado de alarma es clave, es una decisión política. Sin ese decreto, lo que pudiera haber hecho el Gobierno es parecido a lo que hizo Alemania, que fue poner en común las medidas", analiza Jose Manuel Paredes, catedrático de Derecho Penal en la Universidad de Oviedo. 

Paredes analiza las últimas decisiones de diferentes gobiernos de España en momentos delicados: la crisis económica de 2008, el auge independentista en Catalunya y ahora la emergencia de la covid-19 ante un posible patrón común: golpes de mando del Gobierno central. 

"Los decretos ley durante la etapa de Zapatero y Rajoy eran sangrantes, se pervirtió su lógica, pero eso es gracias a la permisividad del Tribunal Constitucional. Ahora tengo la impresión de que existe cierta desconfianza en la capacidad de los gobiernos autonómicos sobre tomar decisiones adecuadas, como que si el Gobierno central no dijera todo lo que hay que hacer, cada uno haría lo que considerara", añade Paredes. 

Por tanto, esta crisis ha podido servir de reflejo sobre el sistema de Estado que tiene España. "Es evidente que hay una tendencia recentralizadora. Si uno compara los años 80 con la actualidad, hay un sector mucho más radical que entiende las Comunidades Autónomas como centros de corrupción. Se echan en falta instituciones que sirvan como órganos de cooperación entre administraciones regionales", agrega el catedrático. 

¿Hay algún modelo ideal?

¿Existe un sistema ideal para una crisis? Los expertos consultados encuentran diversidad de opiniones al respecto.

"No está claro que ser un país federal contribuya a una mejor o peor gestión de la pandemia. Alemania la ha controlado bien, a diferencia de otros de iguales características como Brasil", considera Sandra León. 

"Me cuesta atribuir éxito a un modelo de gestión cuando hay factores tan distintos", recalca Delclós en cuanto a Estados Unidos. "Afectan composiciones poblacionales, económicas y ocupacionales, hablamos de lugares con modelos urbanos muy diferentes", agrega.

Paredes, en cambio, considera que hay estrategias más eficaces que centralizar el poder: "El Gobierno central es más efectivo en las grandes decisiones, pero no en la microgestión. La orden de salida nocturna es una prueba de ello, porque está pensada con mentalidad de Madrid, ese es el problema del centralismo. Tomar las mismas decisiones para un pueblo de diez personas y para una ciudad, además, es absurdo y supone un gasto enorme". 

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