Miles de personas (entre 8.000 y 10.000, según los convocantes) marcharon este 28F por el centro de Sevilla y recuperaron el espíritu reivindicativo de la efeméride, que recuerda el referéndum de 1980 que dio paso, no sin accidentes, a la autonomía y al primer Estatuto, el de Carmona.

La manifestación, convocada por la plataforma 28F, que agrupa a 18 colectivos políticos, sindicales y sociales, tuvo además de un tono de protesta, un alto componente festivo. Finalizó hacia las 13.50 en las setas, emblemático lugar para las izquierdas desde que fuera tomada en las movilizaciones del 15-M, en 2011.

Estuvo marcada sobre todo por tres mensajes. Por un lado, los derechos no se consiguen sin movilización, sin lucharlos. Por otro, la apuesta clara por unos servicios públicos –sanidad y educación gratuita y universal– en condiciones y, desde luego, también por el "genocidio" en Palestina.

Grandes banderas de Palestina fueron transportadas por militantes y se trasladó la idea fundamental de que Andalucía es "una tierra de paz y tolerancia". "Palestina vencerá", "¿dónde están? No se ven; las sanciones a Israel", se gritaba.

"No al genocidio en Palestina", se podía leer en pancartas improvisadas por el personal. Se hizo hincapié en el mensaje de la paz, habida cuenta de que en Andalucía están las bases militares de Rota y Morón.

Banderas de Andalucía, por supuesto, numerosísimas, ondearon en la mano de los manifestantes que recorrieron la Avenida de la Constitución bajo el sol de febrero. También una foto de gran tamaño de Manuel José García Caparrós, un joven asesinado en Málaga el 4D de 1977, convertido un símbolo de la autonomía. 

Se escuchó la música de Rigoberta Bandini. Desde los altavoces de la plataforma se iban lanzando ideas, mientras los manifestantes comentaban la actualidad –el intento de privatización de la plaza de España, el caso Koldo, la memoria jornalera de Andalucía…–: "No te conformes con las manifestaciones del 4D. Hoy más que nunca es cuando tenemos que defender esta tierra". "Andalucía es una tierra de poetas asesinados por alzar la voz, una tierra de jornaleros, de quejíos, de albañiles, campesinos, de autónomos".

También hubo recados al presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP): "Bonilla, escucha, el pueblo está en la lucha". "Andaluces levantaos, pedid tierra y Libertad". Y en el cierre –en el orden inverso al expuesto– se cantó el himno, se leyó el manifiesto consensuado y se dijo: "Más de 10.000 personas le han sacado tarjeta roja al Gobierno de Moreno".

Montero, Valero, Rodríguez

Hubo una nutrida representación de líderes políticos. Irene Montero, la candidata de Podemos en las europeas, acudió a Sevilla. "Andalucía forma parte de la mejor traducción democrática de España, [aquí] conquistaron sus derechos. Queremos recordarle a todo el mundo que no hay por qué resignarse. Cuando los pueblos se juntan, tienen más poder que cualquier señorito", dijo la exministra de Igualdad.

Toni Valero, coordinador de IU en Andalucía, dijo: "Celebramos el Día de Andalucía, cuando conquistamos en la urna la autonomía. Sin embargo, hoy Andalucía sigue liderando tasas de pobreza: uno de cada tres niños está en riesgo de exclusión social. El autogobierno debe servir para proteger el agua, los servicios públicos. Hay que defender a Andalucía de la derecha, que la ha puesto en venta".

Teresa Rodríguez, portavoz de Adelante Andalucía, manifestó: "Nadie le ha regalado nada a Andalucía. Ha conquistado sus derechos mediante la movilización, gracias a la pelea. Ahora, la derecha nos roba lo que tenemos en común y favorece a los señoritos andaluces y no andaluces. Y la izquierda española, no nos considera igual que a los demás. Cuando está tierra se entere de que peleando, se consiguen las cosas…"