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Pazo de Meirás  Carlos Babío: "Hubo agentes de la Guardia Civil prestando servicio en el Pazo de Meirás hasta el 90"

El coautor de la obra 'Meirás, un pazo, un caudillo, un espolio' declaró este martes como testigo perito en el juicio por la propiedad del Pazo de Meirás. El investigador apunta que, incluso una vez fallecido el dictador, el Estado seguía haciéndose cargo de diversos gastos de mantenimiento y vigilancia. 

El investigador Carlos Babío durante la entrevista con Efe en la que desgrana las vías para la recuperación del Pazo de Meirás de manos de los Franco. EFE
El investigador Carlos Babío durante la entrevista con Efe en la que desgrana las vías para la recuperación del Pazo de Meirás de manos de los Franco. EFE

ALEJANDRO TORRÚS

La vida de Carlos Babío está vinculada al Pazo de Meirás. También la de su familia. El coautor de la obra Meirás, un pazo, un caudillo, un espolio  declaró este martes a propuesta de la Abogacía del Estado en el juicio sobre la propiedad del pazo de Meirás como testigo perito. Pero el vínculo de este investigador con la propiedad viene de tiempo atrás. Su abuela vivía en una residencia colindante al Pazo y fue expulsada de su casa en el año 38 para ampliar los terrenos que serían regalados al, a la postre, jefe de Estado.

Este martes, no obstante, acudía a declarar por la investigación que realizó junto a Manuel Pérez Lorenzo. En sus propias palabras, y "resumiendo mucho", ha tenido que responder a preguntas sobre cómo fue la constitución de la Junta que promovió la compra del Pazo [Junta Pro Pazo], cómo se financió, en qué consistió, qué Administraciones Públicas estuvieron implicadas en el mantenimiento y gestión del Pazo y qué ocurrió con la propiedad una vez muerto el dictador. 

Ustedes concluyen que el Pazo de Meirás llega a manos del dictador a través de un "contrato simulado".

En 1938 la Junta pro Pazo realizó un acto de escritura pública de compra de la propiedad de las Torres de Meirás a la entonces propietaria. En el acto estuvieron el gobernador civil con otros miembros de la Junta pro Pazo y con un notario que dio fe de la compra de las Torres de Meirás. Era el 5 de agosto de 1938 y la intención era la de hacer una donación a la Jefatura del Estado y que el Pazo se reconvierta así en la residencia del jefe de Estado o, mejor dicho, del que pretendía convertirse en jefe de Estado español tras derrotar vía guerra al legítimo jefe de Estado del momento.

"Poner a la venta Casa Cornide es una soberbia y una provocación más a quienes defienden la memoria de las victimas del franquismo"

Posteriormente, van a hacer desaparecer esa escritura, van a obviar este acta notarial de 1938 y van a hacer un contrato simulado por un precio muy inferior al que figura en la venta inicial. Es el año 1941 y este contrato lo va a hacer directamente Franco a través de Pedro Barrié de la Maza que actuará con un poder notarial. Así, harán una compraventa del bien a la misma propietaria que lo había vendido en 1938. Por lo tanto, es una compra nula y simulada.

¿Este sería el principal argumento para reclamar la propiedad del Pazo?

Este sería uno de los principales argumentos. Pero hay más. Uno muy importante tiene que ver con la gestión del Pazo de Meirás en los 37 veranos que pasó Franco allí. Meirás fue residencia oficial de la Jefatura del Estado, funcionó de una manera similar a la del palacio de El Pardo y se nutría de fondos de los Presupuestos Generales del Estado. El Estado va a sufragar sus gastos de intendencia, de personal, las necesidades del dictador y también se le van a encargar a otras Administraciones Públicas el mantenimiento, obras y demás actuaciones.

La principal es la Comandancia de obras y certificaciones, que dependía del Ministerio del Ejército y que es la encargada de hacer nuevas obras, de las tareas relativas al mantenimiento de la propiedad o de las reformas dentro del propio palacio... También hay otras Administraciones como el Concello da Coruña o la Diputación que funcionan como prestadoras de servicios como la jardinería. Las Administraciones Públicas mantuvieron ese Pazo ya que era la residencia oficial de la Jefatura del Estado.

Una vez muerto Franco, ¿el Estado ha seguido sufragando servicios en el Pazo?

"Había un guardia civil que residía hasta el 90 en el Pazo con funciones de gestión"

Sí. En el juicio han declarado y se ha puesto de manifiesto que, una vez muerto el dictador, continúa un servicio muy especial que mantiene a agentes de la Guardia Civil en el Pazo. Hay un servicio, que han denominado como guardia civil hortelano, que se mantiene hasta el 90 según el cual un agente vivía dentro de la propiedad. Residía ahí los 365 días con funciones de gestión de la propiedad, de las actividades agropecuarias y de lo relacionado con el Pazo. Además, se mantuvieron once agentes de la Guardia Civil en los exteriores aunque posteriormente la vigilancia se redujo a cinco agentes hasta el año 82/83. 

Entiendo por lo visto hoy en el juicio que el objetivo de la familia Franco es demostrar que el regalo no era para la Jefatura del Estado sino para Franco a título particular.

Ellos incidieron y preguntaron mucho sobre nuestros argumentos para decir que el regalo era para la jefatura del Estado y no para Franco a título particular. También insistían en que la voluntad de la Junta pro Pazo era que la propiedad fuera a manos de Franco a título individual. Parece que lo que intentan demostrar es que Franco tenía un bien privado, que se lo cedía al Estado y que qué menos que el Estado lo pagara todo. 

Nosotros lo que manifestamos es que la documentación demuestra que a Franco se le ofrece un Pazo para que pase los veranos y tener así la Jefatura del Estado cerca de las élites coruñesas. Es decir, se le regala para que lo ocupe el Franco jefe del Estado, no Franco a título individual. Desde mi punto de vista, no se puede discernir el regalo de la Jefatura del Estado porque la condición del regalo es que Franco sea el jefe de Estado. Se pretende la presencia del jefe de Estado en A Coruña.

Creo recordar que usted dijo en otra entrevista que si la postura de los Franco sobre el Pazo es cierta el NODO nos había estado mintiendo mucho sobre la residencia de verano del dictador. 

Claro. Desde el primer día que Franco pone un pie en Meirás lo hace en condición de jefe de Estado. Hace un discurso en el que promete carreteras, obras, colocar Galicia a cinco horas de Madrid con una autopista... Además, es recibido con los honores de jefe de Estado.

Esta misma tarde se ha conocido que los descendientes del dictador han puesto a la venta Casa Cornide, otra propiedad sobre la que hay reclamaciones por parte de colectivos memorialistas. 

El Pazo lo pusieron a la venta justo cuando vieron realmente peligrar la propiedad. Ahora hacen lo mismo con Cornide. Y lo hacen justo cuando se esta celebrando el juicio sobre Meirás. Una soberbia y una provocación más a quienes defienden la memoria de las victimas del franquismo.

La familia Franco también se sentó en los tribunales por el caso de las estatuas del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago. En aquella ocasión, y para sorpresa de muchos, los Franco se quedaron con la propiedad.

Bueno, en este caso aún nos queda conocer la resolución del recurso de casación. Pero, efectivamente, la decisión judicial fue muy sorprendente. Parece que viene a decir que Franco robó esas estatuas pero que no se puede demostrar que sean las que faltan en el Pórtico o que sean las estatuas de Isaac o Abraham.

Los dos caminos se cruzan. Las estatuas están en el Pazo.

Sí. Están en la capilla.

"En el futuro tiene que haber un espacio dedicado a Emilia Pardo Bazán"

Hemos hablado con usted en varias ocasiones desde 'Público' porque a raíz de publicar la obra ha recibido dos querellas y una demanda civil por parte de la familia Franco. 

Sí. Ahora mismo está abierto un proceso en la vía civil y estamos esperando a que nos citen en la vista previa. En cualquier caso, me tendré que sentar en un banquillo por calumniar o injurias a un dictador o de eso se me acusa.

Su historia con el Pazo es destacable y le acompaña prácticamente desde su cuna. Su abuela es una de las afectadas por la ampliación del Pazo tras su adquisición por la Junta.

Sí. La Junta pro Pazo decidió ampliar la propiedad que había comprado en 1938 para darle una forma más rectangular. También van a construir unos muros de dos kilómetros. Todas las propiedades que quedaron dentro de esos muros fueron tomadas y sus propietarios, expulsados. Tomaron fincas de alrededor de 14 propietarios. Entre ellos, estaba mi abuela que tenía allí la casa donde residía con sus hijos, dos de ellos menores de edad. Fueron expulsados en el año 38 y el asunto no se resolverá hasta el año 41. Mi abuela pasó esos tres años en la absoluta miseria.

¿Qué cree usted que tiene que ser el Pazo de Meirás en el futuro?

Es evidente que en el futuro tiene que haber un espacio dedicado a Emilia Pardo Bazán que no solo fue la propietaria sino que también fue la creadora de las Torres de Meirás. Ella dirigió la construcción de esas torres y es su obra arquitectónica. También debe haber, evidentemente, un espacio para la Memoria Democrática y de recuerdo a las víctimas. Y, por último, el espacio también puede permitir otros usos que sirvan de reclamo cultural y turístico. 

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