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El PP andaluz afea el ruido que genera la guerra entre Ayuso y Casado y se mantiene al margen

"Nosotros tenemos un congreso a mediados de mes y no nos gustaría que nadie de fuera opinara al respecto", asegura la dirección del partido en Andalucía.

El presidente de Andalucía, Juanma Moreno; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente del PP, Pablo Casado, durante la sexta jornada de la Convención Nacional del partido, en el Auditorio de la Ciudad de las Artes y las C
El presidente de Andalucía, Juanma Moreno; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente del PP, Pablo Casado, durante la sexta jornada de la Convención Nacional del partido, en el Auditorio de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, a 2 de octubre de 2021, en Valencia. Archivo. Jorge Gil / Europa Press

"Nosotros no vamos a hablar sobre congresos que no están convocados". Esta frase es la respuesta oficial del PP andaluz a las preguntas de Público sobre la guerra abierta en el PP entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la dirección nacional de Pablo Casado, por el control de la organización autonómica. Otras fuentes de la dirección del PP andaluz consultadas por Público, afirman más o menos lo mismo: "Nosotros tenemos un congreso a mediados de mes y no nos gustaría que nadie de fuera opinara al respecto".

La conclusión, por tanto, es que Juanma Moreno quiere mantenerse al margen de un conflicto del que no saca nada, justo cuando podría tomar la decisión de adelantar las elecciones a la primavera si los partidos de la oposición rechazan este mes su proyecto de presupuestos. "¿Que si nos gustaría que las cosas fueran mejor [en Madrid]? ¿De otra manera, menos pública? Sí, pero tenemos un partido abierto y lo que queremos es que el partido en Madrid salga reforzado", añaden estas fuentes.

El PP andaluz tiene ahora su propio congreso, a mediados de noviembre, y, este, según las fuentes consultadas, es una balsa de aceite: Moreno no tiene problemas para configurar los equipos, que serán los que lleven el partido a unos comicios autonómicos bien relevantes para el partido –la impresión que existe en el PP es que la secretaria general, Loles López, seguirá en el puesto–, por dos razones de peso. Por un lado, porque ganarlas implicarían la reválida de Moreno y el fin de la hegemonía del PSOE en Andalucía y, por otro, porque un buen resultado en Andalucía, tras el obtenido en la Comunidad de Madrid, ayudaría al PP a recuperar La Moncloa.

El ruido

El ruido interno es, por tanto, en este momento en que los intereses de Casado y Moreno confluyen, un elemento de distorsión para el PP de Andalucía. "Ha habido pulsos tradicionalmente en el partido. El aparato nacional quiere controlar al máximo a las Comunidades Autónomas", aseguran otras fuentes del PP andaluz, que no están hoy en el puente de mando, pero sí conocen a fondo la organización.

Estas fuentes aseguran, al igual que la dirección del partido, que lo ideal es que los problemas internos se resuelvan con la menor exposición pública posible, e interpretan de este modo el conflicto en Madrid: "Casado y Ayuso eran muy amigos, pero se ha ido creando una desconfianza entre la Comunidad de Madrid y Génova, en la que parece que ha tenido mucha participación Miguel Ángel Rodríguez [exportavoz de José María Aznar y asesor hoy de Ayuso]. La idea es que lo quiere todo, que quiere volver a Génova. Es legítimo que Ayuso quiera ser la presidenta del partido en Madrid. Ahora bien, si el problema se pone serio, Casado ya no puede dejar que eso pase y va a poner todo lo que pueda para doblarle el pulso. Almeida [alcalde de Madrid] es aparato de Génova. El conflicto puede ir a más. Ayuso no se echa para atrás tan fácil".

En Andalucía ha habido también sus más y sus menos, sobre todo en Sevilla, entre Moreno –quien en las primarias en las que salió elegido Casado apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría– y el presidente del PP, un pulso que ganó claramente Casado y que, una vez superado, el PP ha logrado cerrarlo, debido, entre otras razones, al talante conciliador de Moreno. "El congreso de Sevilla y la candidatura a la alcaldía de Sevilla [el candidato es José Luis Sanz] se han superado sin más problemas y hoy hay una tregua tácita entre ambas direcciones". "Génova ve que aquí las cosas van bien, que la estructura regional ha aceptado los deseos de Génova, lo de Sevilla, lo de Sevilla capital y alguna otra cosa que ha habido por ahí", agregan.

El factor humano y los tiempos

Las fuentes consultadas en el PP fuera de la dirección, cuya postura, según insisten, es mantenerse al margen de la discusión, analizan que ese factor humano es un componente más de la crisis entre Madrid y Génova que sirve también para explicar por qué el PP andaluz es hoy una balsa de aceite. "A Moreno no le interesa meterse en líos. No se mete en el barro, es respetuoso. Siempre ha sido así. Es un tío muy dialogante, un tío normal. No se va a meter en follones él ni va a meter al PP. Él y Ayuso no se parecen en nada. Son dos políticos completamente distintos: ella es una guerrillera y él es un pacificador. Moreno se parece un poco más a Almeida e incluso a Feijóo".

Otro de los factores relevantes en esta guerra son los tiempos. En Madrid no hay elecciones a la vista, en Andalucía, sí, lo que lleva a que desde Andalucía las cosas se vean de otra manera: "Hacerse daño ahora es una tontería. Las perspectivas electorales son buenas. No hay sospechas de que Moreno quiera más. El recelo [con Ayuso] es, en el fondo, pero ¿esta hasta dónde quiere llegar? Si Casado consigue ser presidente, esto se acaba", agregan las fuentes. "En Génova han visto que todas las encuestas dan un buen resultado al PP en Andalucía. El PP tiene que compensar los resultados de Catalunya y el País Vasco. Un buen resultado en las autonómicas a Casado le viene muy bien, porque impulsa el voto al PP", afirman.

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