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Rajoy e Iglesias se 'estrenan' en la oposición en el debate de investidura de Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno en funciones será el segundo en esa situación que no sube a la tribuna como aspirante a repetir en la Moncloa tras el precedente de Felipe González en 1996, cuando perdió las elecciones de ese año.

Rajoy charla con Pablo Iglesias en los pasillos del Congreso./ EFE (ARCHIVO)

JUAN ANTONIO BLAY

MADRID.— El pleno del Congreso de los Diputados convocado mañana, martes, para iniciar la sesión de investidura del candidato socialista Pedro Sánchez a ocupar la presidencia del Gobierno ofrecerá una imagen realmente insólita: Mariano Rajoy y Pablo Iglesias se estrenarán en la tribuna de oradores como oposición al aspirante designado por el jefe del Estado.

Será, además, la segunda vez que un presidente de Gobierno en funciones intervenga en una sesión parlamentaria de estas características sin ser el aspirante a ocupar de nuevo el Palacio de la Moncloa. Rajoy subirá a la tribuna de oradores desde su escaño en la bancada azul destinada al Gobierno. Pero no lo hará para defender un programa de legislatura sino para atacar a otro candidato, en este caso socialista.

Hasta ahora ese papel tan solo lo había desempeñado con anterioridad Felipe González en 1996 cuando, tras perder las elecciones de 1996, se enfrentó al candidato del PP a ocupar la presidencia del Gobierno, José María Aznar, que había sido líder de la oposición en las dos legislaturas previas.

El resto de presidentes en funciones debatieron en sesiones de investidura para revalidar su nómina, siempre con éxito: Adolfo Suárez en 1979, Felipe González en 1986, 1989 y 1993, José María Aznar en 2000 y José Luís Rodríguez Zapatero en 2008 —en 1982 el presidente en funciones, Leopoldo Calvo Sotelo no fue el candidato de su partido, la UCD—.
Se da la circunstancia adicional que Rajoy subirá a la tribuna de oradores tras escuchar al aspirante siendo el líder del grupo parlamentario más numeroso del hemiciclo, 119 escaños, frente a los 89 que integran el grupo socialista al que pertenece Pedro Sánchez. Hasta ahora el representante de la fuerza parlamentaria mayoritaria había sido el candidato a presidir el Ejecutivo.

La sesión de investidura de mañana reunirá, de forma totalmente circunstancial, a dos personajes completamente antagónicos como son Mariano Rajoy, presidente del PP, y Pablo Iglesias, secretario general de Podemos en la tarea de debatir con Sánchez.

Mientras que el primero ha descartado totalmente darle el más mínimo apoyo, el segundo ha insistido hasta el último momento en la necesidad de aunar sus respectivas fuerzas — PSOE y Podemos, junto a otros posibles aliados— para formar un Gobierno de izquierdas.

El debate, por si fuera poco, arrancará este martes con una fuerte polémica también desconocida hasta ahora: la disparidad de criterios sobre la ordenación del mismo y, sobre todo, en qué momento debe realizarse la segunda votación prevista en el procedimiento de una investidura a la presidencia del Gobierno, siempre y cuando en la primera votación el candidato no alcance la mayoría absoluta.

El grupo parlamentario popular encabeza la "rebelión" al calendario previsto por el presidente de la Cámara baja, el socialista Patxi López, con la amenaza de impugnar el procedimiento establecido ante el Tribunal Constitucional, algo que no tiene precedentes en las diez legislaturas anteriores.

El debate, por si fuera poco, arrancará este martes con una fuerte polémica también desconocida hasta ahora: la disparidad de criterios sobre la ordenación del mismo

Los populares y otros grupos —todos excepto socialistas y Ciudadanos— consideran que el debate debe arrancar con el candidato Pedro Sánchez este martes a mediodía y seguir por la tarde con las intervenciones de los grupos de la oposición, de mayor a menor, en lugar del orden que ha establecido el presidente López: dedicar el martes por la tarde únicamente al aspirante y todo el miércoles a la oposición.

Además, el PP amenaza con impugnar la decisión del presidente de la Cámara baja de fijar la segunda votación para la mañana del sábado día 5, momento en que se habrán superado las 48 horas justas entra ambas que establece la Constitución y el reglamento de la institución parlamentaria. El pasado viernes, los servicios jurídicos de la cámara avalaron la decisión del presidente.

La Mesa y la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados deberán debatir este contencioso que, por si fuera poco, viene a incrementar la expectación política que se ha generado desde el arranque la actual XI Legislatura constitucional tras las elecciones del pasado 20 de diciembre. Desde esa fecha han transcurrido 71 días sin que se haya conformado un nuevo Gobierno; la media desde 1979 ha sido de poco más de 30 días. Tan solo en 1996 Aznar necesitó 64 días desde la jornada electoral hasta el nombramiento de su Gobierno para negociar los apoyos necesarios ya que no disponía de una mayoría absoluta.

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