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Sánchez enfada a Rajoy: “Yo soy un político limpio”

No contesta al último turno por decisión propia, cuando el presidente le acusa de ser “patético”

El líder socialista Pedro Sánchez en un momento del debate sobre el estado de la nación. EFE

MANUEL SÁNCHEZ

MADRID.- Pedro Sánchez consiguió tres cosas importantes en el Debate del estado de la Nación como líder de la oposición: enfadar al presidente del Gobierno, contentar a los suyos y salir airoso del primer envite parlamentario.

Sánchez, bajo todas las lupas, hizo su primer Debate frente a nueve que llevaba Rajoy. Se volvió a subir a la tribuna del hemiciclo –que hasta achicó a Borrell- lo que no había hecho más de varias decenas de veces, frente a una presidente del Gobierno que se cuentan sus intervenciones por centenares o millares.

Pero el líder del PSOE gustó a los suyos y salvó los papeles. Hizo una primera intervención muy dura y preparada. Le dijo a Rajoy cosas muy duras, que fue lo que enfadó al presidente del Ejecutivo: “¿Usted qué sabe de los españoles? ¿O cuando habla de los españoles, a qué españoles se refiere?”.

Le acusó de no ser realista, de dibujar una España irreal y afirmó: “Su autocomplacencia está injustificada. Es más, me atrevería a decir que no se la cree, que es una pose electoral”.

En la primera intervención, el líder socialista hizo gala de sus conocimientos económicos, y rebatió todos los datos de Rajoy, y le contrarrestó sus mensajes. Sánchez recordó que sí hubo un rescate con hombres de negro para salvar “al soldado Rato”, y añadió: “Rescue, en inglés, es rescate”.

Sánchez reivindicó que para que la recuperación sea justa, hay que reconquistar los derechos y libertades recortados por el Gobierno de Rajoy, y puso ejemplos concretos en materia de Sanidad, Educación, Dependencia o becas. En este aspecto, se comprometió a que si llega a la Presidencia del Gobierno, volverá a recuperar todos los derechos recortados a la ciudadanía.

En su segunda intervención, que leyó íntegra, Sánchez se centró en la corrupción del PP. El líder del PSOE proclamó: “Yo soy un político limpio”, y recordó las actuaciones del propio Rajoy y su partido, en casos como Bárcenas, Gürtell u otros escándalos.

Sánchez acabó su intervención diciendo que “la única incompatibilidad cierta en España hoy es la de la continuidad del Gobierno de Rajoy y la recuperación justa de los españoles. Eso jamás ocurrirá si siguen ustedes”, dijo.

Al Grupo Socialista le gustó su líder. Más en su primera intervención que en la réplica. Y hubo debate de ideas sobre si debería haber pedido dúplica, para no dejar acabar a Rajoy la discusión llamándole patético. Sánchez decidió que con eso se retrataba el presidente.

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