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Sánchez salva su liderazgo y deja abierto el escenario de pactos

Satisfacción por los resultados en Ferraz, donde aún no se quiere hablar de la posibilidad de formar Gobierno.

El secretario general y candidato del PSOE, Pedro Sánchez se ha dirigido a los militantes socialistas en el interior de la sede de Ferraz./ REUTERS/Juan Medina

MANUEL SÁNCHEZ

MADRID.- El PSOE ha perdido 19 diputados frente a 2011 y más de cinco puntos en porcentaje de voto, pero el resultado electoral en la dirección del PSOE fue considerado como "bueno" en Ferraz y una consolidación del liderazgo de Pedro Sánchez.

Primero, porque ante todas las encuestas mantienen la segunda posición con holgura frente a las formaciones emergentes y, en segunda lugar, porque todas las opciones están abiertas de cara al futuro, incluso, hasta para llegar a La Moncloa con un conglomerado de fuerzas de izquierdas, una posibilidad que se antoja muy remota.

Según fuentes de la dirección, Sánchez no moverá ficha para intentar formar Gobierno. Dará esa primera posibilidad a Mariano Rajoy por ser el líder del partido más votado. La duda está en que si Rajoy no logra ser investido si Sánchez querrá jugar a ser presidente del Gobierno o forzará elecciones anticipadas.

Lo que está descartado en el PSOE es un pacto con el Partido Popular, aunque no faltarán voces internas que lo pidan si es imposible la gobernabilidad. Pero, en ese caso, todo apunta a nuevas elecciones en mayo. Sánchez no hará la "gran coalición", aseguran fuentes muy cercanas al dirigente socialista.

Entre Sánchez y los suyos había caras de satisfacción, aún con la derrota electoral. Tan mal se lo habían dibujado las encuestas, que el resultado final les ha sabido a gloria.
También las posibles conjuras internas parecen desactivadas frente a Pedro Sánchez. La Andalucía de Susana Díaz ha perdido tres diputados frente a 2011, y ningún territorio puede sacar pecho especialmente. Haya o no haya nuevas elecciones, Sánchez se quedará al frente del PSOE para afrontarlas y se presentará a las elecciones como secretario general al próximo Congreso del PSOE.

Especial conmoción causó en las filas socialistas que el rival de Pedro Sánchez en las primarias, Eduardo Madina, no lograse entrar como diputado por Madrid, donde los socialistas volvieron a fracasar y lograron sólo seis diputados, cuatro menos que en 2011.
Sobre las once y media de la noche, el dirigente socialista compareció ante los medios de comunicación entre gritos de "¡Presidente, presidente!".

"La gran coalición de intereses que había para acabar con los socialistas no ha logrado su objetivo".- Pedro Sánchez

Sánchez, sobrio, reconoció que el PSOE es un partido de Gobierno y que no ha ganado las elecciones, pero también sacó pecho y dijo que "la gran coalición de intereses que había para acabar con los socialistas no ha logrado su objetivo".


El líder socialista advirtió de que hay una mayoría de izquierdas en este país, pero que el PP ha sido el partido más votado y que debe ser el responsable de formar Gobierno.

Aseguró que los socialistas están dispuestos a debatir y a dialogar para buscar la estabilidad de este país, ante el nuevo escenario que se abre, pero indicó que debe ser siempre el Partido Popular quien mueva ficha.

Ante más de trescientos simpatizantes que llenaron la sede socialista, sin mucha ilusión, Sánchez siguió repartiendo besos y abrazos. Parece que es lo que le ha servido para aguantar el tipo.

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