La ciudad autónoma de Melilla ha estado en muchas ocasiones bajo sospecha de fraude electoral a causa de las irregularidades en el voto por correo. Pero en la campaña de este 28M dichas sospechas han sido, si cabe, más escandalosas al dispararse el número de solicitudes para votar por correo. 

La situación ha desembocado en la detención por parte de la Policía Nacional de diez personas, entre ellas al número tres de Coalición por Melilla y un familiar del presidente de este partido, Mustafá Aberchán, en una operación que sigue abierta y está judicializada.

Pero vayamos por partes y expliquemos algunas de las claves de lo que está ocurriendo en Melilla.

¿Qué se está investigando?

La investigación judicial se ha abierto ante la sospecha de un intento de fraude electoral tras dispararse el voto por correo desde 4.200 de las elecciones de 2019 a los actuales 11.700, casi el triple. La Delegación del Gobierno, por su parte, cree que se han podido comprar unos 10.000 votos por correo, lo que equivale a un tercio de la representación en disputa en la Asamblea de la ciudad.

¿Por qué se sospecha del número de solicitudes de voto?

Si nos atenemos a que en el conjunto de España la cifra de solicitudes de voto por correo suele rondar el 3% de media, el hecho de que en Melilla ascienda al 21% del total del censo es lo que hace saltar las alarmas.

Otro aspecto que genera suspicacias es que de las 11.707 solicitudes de voto por correo, apenas el 11% de los solicitantes –1.302 personas– ha acudido a una delegación de Correos a ejercer su derecho a sufragio activo. 

De todos ellos, algo más de la mitad, 761, lo hicieron antes de que la Junta Electoral de Zona (JEZ) de Melilla acordara el pasado 17 de mayo que los electores que han pedido ejercer su derecho por ese sistema se tuvieran que identificar en Correos a la hora de emitir su voto y no solo al solicitarlo y recibir la documentación electoral.

¿Cómo se lleva a cabo el fraude electoral?

El sistema permite que una persona que ha sido autorizada por los votantes pueda entregar decenas de votos en las oficinas de Correos. Es entonces cuando saltan las alarmas, si bien la Delegación del Gobierno ha asegurado que este hecho no ha tenido lugar y que se ha supervisado el número de votos que se hacen efectivos, situando el límite en cinco.

Otra de las claves que hacen pensar en la posibilidad de fraude es que se han producido ataques a carteros en la ciudad para robarles votos por correo. El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro llegó a calificar como "actitudes mafiosas" dichos ataques perpetrados por desconocidos que sustraían a los carteros la documentación para ejercer el voto a distancia.