Ayuso y el PP; periodismo y tragaderas por Ana Pardo de Vera

publicado el 15 de Marzo de 2024

Por alguna razón que se me escapa (o no), la culpa de la corrupción política y ética del PP la vamos a tener los periodistas por denunciarla y hacer nuestro trabajo. Hemos denunciado y escrito ríos de tinta sobre el caso Koldo y su presunto repugnante enriquecimiento en los peores momentos de la pandemia. Ahora también, sin dejar de informar de Koldo mascarillas  porque parece que hay carrete para rato, hemos empezado con la denuncia del comportamiento presuntamente fraudulento de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, después de que los compañeros y compañeras de Eldiario.es destaparan el caso. Un caso feo, muy feo, que incluye presuntos delitos de falsedad documental y delitos tributarios cometidos en lo peor de la pandemia; ejecutados con la misma sensibilidad que Koldo y su pandilla; con la misma sensibilidad ambos que las piedras de un cementerio abandonado. 
Ambas tramas han sido perfectamente documentadas y contrastadas: no hay nada falso en las publicaciones, todo lo falso está en la huida hacia delante de Isabel Díaz Ayuso, que echa la culpa a las instituciones, al Gobierno y a los funcionarios de la Agencia Tributaria por una inspección normativa y que se matuvo en absoluto secreto durante meses hasta que pasó a judicializarse por los mencionados presuntos delitos. 
También la presidenta responsabiliza al mensajero, a los periodistas, porque todo lo publicado es mentira y Moncloa lo filtró a sus medios amigos -dice Ayuso-, a todos a la vez, cosa que no es verdad. ElDiario.es lo publicó y el resto de la prensa se hizo eco, por cierto, toda la prensa, también la que ella subvenciona. ¿Cómo ignorarlo? Otra cosa es que ahora alguna prensa o sucedáneos -viendo peligrar sus generosas prebendas- traten de sacar a Ayuso las castañas del fuego, demasiado quemadas ya con el hermano Tomás, la madre Isabel y el padre Leonardo. No digamos con los 7.291 mayores muertos en las residencias sin recibir la asistencia médica a la que tenían derecho y que se les negó mientras los ‘tomases’, ‘albertos’, ‘koldos’ y demás ralea se forraban a dos manos y dos pies.
El PP lleva muy mal el tema de la prensa si no le baila el agua, y creen que con dinero se resuelve todo: falsos eran los papeles de Bárcenas, manipuladas las grabaciones de las cloacas de Jorge Fernández Díaz o falso el dato que Silvia Intxaurrondo rebatió a Alberto Núñez Feijóo sobre las pensiones en una entrevista en la televisión pública. 
Porque conociendo cómo tiene el PP la televisión gallega (TVG) de entregada, muchas sabíamos ya que Feijóo no iba a quedarse de brazos cruzados con la periodista de TVE: les faltó tiempo a las terminales del Partido Popular para acusar a Intxaurrondo de ser … algo así como el novio de Ayuso, con sus empresas pantalla y sus ganacias descomunales sin merecerlas. Daban igual los datos, la información oficial, las denuncias de la periodista … Tuvieron que rendirse a la evidencia y callaron, como tendrá que hacerlo Ayuso más pronto que tarde para dar explicaciones sobre su lujosa vida con González en un macro-dúplex en Chamberí y en un coche Maserati, al más puro estilo y buen gusto de Cristiano Ronaldo. 
Nos dirá la presidenta que lo hace por sus votantes madrileños, y visto lo visto en sucesivas elecciones, tampoco le faltará razón. Por los que ya tienen áticos y ‘maseratis’ y por quienes quieren tenerlos y creen que los conseguirán. O eso supongo, porque hay que tener tragaderas para apoyar eso.