Llegan las vacaciones de verano y parece que es justamente cuando más tiempo tenemos que nos quedamos en blanco, sin ideas para sobrellevar este clima caluroso y agotador. Desde luego, estar paseando en plena calle no parece una opción, a menos que quieras derretirte en el asfalto. Así que lo que se suele buscar es, a ser posible, lugares frescos donde poder disfrutar de algún espectáculo. 

Teatros, conciertos, festivales, shows, son algunos de los planes más recurrentes. Pero, ¿por qué no salir de lo manido y optar por otros espacios de entretenimiento? En este sentido, los cines de verano pueden ser lugares idóneos donde pasar una noche en pareja, con amigos o familia. En este artículo te hablaremos de los cines de verano más bonitos y curiosos de nuestro país localizados en algunas de las ciudades más emblemáticas.

1. Girona, una película a la fresca

Asistir al Cinema a la Fresca en Ciutadella de Roses se presenta como un plan perfecto. La combinación de hamaca, bocadillo y vistas espectaculares en la explanada de césped junto a la muralla genera el mejor ambiente posible para disfrutar de una peli al fresco. Se trata de uno de los cines estivales más fotogénicos del panorama que tiene lugar anualmente entre julio y agosto.

2. Un largometraje al calor de la capital

Durante los fines de semana de julio y agosto, la impresionante terraza de La Casa Encendida de Madrid acoge un ciclo cine de verano, además de conciertos de diferentes estilos. Pero, si prefieres darte un paseo por la vereda del río antes de entrar a ningún recinto, puede que tu mejor opción sea el Cineplaza de Verano. La Cineteca de Matadero prepara todos los años un programa de lo más variado que incluye una selección del mejor cine independiente. Y todo, como te decimos, al aire libre.

3. Mérida, de película

Enmarcado dentro de su Festival de Teatro, la capital extremeña amplía su contenido al mundo audiovisual entre enclaves históricos e imperdibles como el Pórtico del Foro. Pásate por el Cinema Aestas de Mérida para contemplar la belleza del cine con un atrezo muy especial.

4. Largometrajes en lo alto de la Alhambra

No son muchos quienes conocen el secreto mejor guardado del Sacromonte. Desde hace ya varios años, las cuevas del montículo más famoso y empinado de Granada disponen de un cine. Tan sólo el paseo hasta allí, atravesando el cerro en el que se sitúa el emblemático barrio granadino cuna del flamenco, ya habrá merecido la pena. El museo acoge en su explanada de piedra blanca, entre cuevas y frente a la Alhambra, uno de los cines al aire libre más especiales de la ciudad durante los meses de julio y agosto.

5. Barcelona, noche de cine

Por último, nos trasladamos a la capital catalana. Los jardines del Castillo de Montjuic cuentan con un césped que se abarrota de mandalas, hamacas y sillas para acudir a este popular cine de verano versión picnic, que tiene lugar entre finales de junio y el comienzo de agosto. Un repaso a la luz de la noche de los mejores títulos del año con el goce de una de las vistas más privilegiadas de la ciudad.