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El precio de la vivienda en España dispara la pobreza infantil

Un informe de Unicef refleja la falta de acceso de muchas familias con niños a un hogar adecuado y la invisibilidad de la infancia en las políticas públicas sobre la vivienda.

Imagen de archivo de un niño de ocho años mientras juega en su casa, a 12 de abril de 2020 en Madrid.
Imagen de archivo de un niño de ocho años mientras juega en su casa, a 12 de abril de 2020 en Madrid. Eduardo Parra / Europa Press

El gasto en vivienda es un factor importante en el aumento de la pobreza infantil. Tal es así que el coste de la vivienda aumenta en casi diez puntos porcentuales (9,7%) los niveles de pobreza infantil. De tal forma que si deducimos de los ingresos los pagos destinados a la vivienda, 780.000 niños, niñas y adolescentes más caerían en riesgo de pobreza, elevando la tasa hasta el 38,6% (2023).

Así se deduce del informe Yo también vivo aquípresentado este martes por Unicef España y que refleja la falta de acceso de muchas familias con niños a una vivienda adecuada y la invisibilidad de la infancia en las políticas públicas sobre este asunto.

"La tasa de pobreza infantil es ya muy alta, la más alta de la Unión Europea", ha explicado José María Vera, director ejecutivo de Unicef España durante la presentación del estudio.

La subida de precios o la escasez de vivienda pública son algunas de las causas que llevan a muchas familias "a soportar costes excesivos, a disponer de menos recursos para otras necesidades y a vivir hacinados en viviendas precarias o, directamente, en infraviviendas", ha expuesto el autor del informe, Gabriel González.

Más de medio millón de menores en España viven en una vivienda que sufre carencias (hacinamiento, humedades) y el 16,7% de los hogares con niños no puede mantener la casa a una temperatura adecuada durante el invierno.

Las consecuencias de la precariedad en la salud mental

Vivir en situaciones precarias perjudica a la salud mental de los menores: los niños pueden verse influidos por el estrés de su entorno familiar si son conscientes de que los adultos no pueden pagar las facturas o por vivir hacinados, compartiendo baño con muchas personas y sin un espacio de estudio adecuado. "No puedo invitar a compañeros porque me da vergüenza", cuenta un joven en el informe.

Esto repercute también en la educación, con más dificultades para desarrollar con normalidad los estudios por falta de ese espacio que no favorece la concentración y por carecer de recursos básicos como luz y temperatura adecuadas. Lo que, además, influye en las oportunidades de futuro de estos menores.

Más retrasos en familias con hijos monoparentales

En ocasiones, esta situación se debe a la discriminación en el acceso a la vivienda, por razón de etnia y nacionalidad pero también por el tipo de familia, como ser monoparental.

Afecta de forma especial a aquellos hogares que están a cargo de una sola persona adulta, que en torno a un 80% son mujeres. Casi uno de cada cuatro de estos hogares se retrasa en los pagos.

"Las tasas más altas de retrasos en pagos relacionados con vivienda se concentran en los hogares con niños y la sobrecarga en el gasto en vivienda es mayor para los menores de 18 años, cosa que solo ocurre en seis países de la UE; es necesario abordar este problema y tener en cuenta a la infancia, algo que no está ocurriendo", opina Vera.

El estudio muestra la desigualdad territorial respecto a esos retrasos; las comunidades con mayores retrasos en los pagos son Baleares, Canarias, Melilla y Ceuta, con menos, Cantabria, La Rioja, Galicia y País Vasco.

Reclaman una renta universal de crianza

Para Unicef es esencial incluir en la ley de familias una renta universal de crianza para reducir la pobreza infantil. "Unos 1.400 euros anuales por niño sería una prestación con un gran impacto".

La organización hace una serie de recomendaciones para garantizar una vivienda adecuada para los menores, como dotar de recursos las medidas del Plan de Acción Estatal para la implementación de la Garantía Infantil Europea: aumento de la vivienda pública, ayudas a familias vulnerables o prohibir los desahucios de hogares con niños.

También destaca la importancia de elaborar herramientas de análisis del interés del niño para ver sus necesidades, valorar su vulnerabilidad social o garantizar que sean informados y escuchados en procedimientos de desahucio.

El estudio incluye las experiencias de varias organizaciones, que analizan diferentes realidades relacionadas con la vivienda, como Provivienda, Hogar Sí, Fundación Secretariado Gitano, Andalucía Acoge y Asociación Barró.

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