MADRID.- Reparto solidario y marco común de actuación. El secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, cree que la Unión Europea debe hacer frente a la crisis de refugiados con una postura “mucho más proactiva de la que ha mantenido hasta ahora” y considera que el Consejo de la UE del próximo 18 de febrero es el escenario ideal para que el Gobierno español en funciones reclame una actitud más solidaria con países como Grecia o Turquía.

Toxo y el líder de UGT, Cándido Méndez, inauguraron hoy en Madrid la jornada Un análisis integral de la crisis migratoria en Europa, donde se presentó el dictamen de países seguros del Comité Económico y Social Europeo (CESE). Durante el acto, que tuvo lugar en la sede de la Representación de la Comisión Europea en España, ambos dirigentes sindicales abogaron por tejer una “gran alianza social” que exija a los Estados de la UE soluciones al drama de los refugiados.

“Hay que evitar el mercadeo con Turquía, que recibe millones de euros para evitar la entrada de refugiados a Europa”, criticó en una entrevista con Público el líder de CCOO, quien abogó por establecer un “marco común de actuación” y un “reparto solidario” de los refugiados que alcanzan la UE.

“Para ello, debemos homogeneizar las condiciones de asilo en cada uno de los Estados miembros para que no haya situaciones tan dispares como la de Suecia o Gran Bretaña”, añadió Toxo, quien cree que el Gobierno español debe pedir durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que “la aportación de recursos de los presupuestos comunitarios para atender sus necesidades alimentarias, de vivienda, de empleo, de formación y de idioma”.

Respecto a la xenofobia o el recelo que ha despertado la llegada de refugiados en un contexto de crisis económica, el líder sindical explica que la falta de empleo “no puede ser una coartada”, al tiempo que matizó las cifras del paro. “La situación no es la misma en todos los países de la UE, ya que conviven tasas de desempleo del 20% en España y del 5% en Alemania”. Aun así, concluyó, “estamos hablando de derechos humanos”, por lo que “la llegada de un millón de personas que vienen a buscar refugio a nuestros países no supone un problema para un entorno como la UE, con 500 millones de habitantes”.