José Carrillo acudió este martes a la presentación del documental sobre el Valle de los Caídos 'Abuelo, te sacaré de aquí' de Montse Armengou. La figura del rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha estado envuelta en polémica durante los últimos días por la sentencia de un juzgado de Madrid que ha declarado 'nula de pleno derecho' la instalación del monumento a las Brigadas Internacionales situado en el campus de la UCM. La decisión de la Justicia y el no cumplimento de la sentencia por parte de Carrillo, que considera que la instalación del monumento es legal, ha desatado la polémica. Desde entonces, su nombre ha aparecido constantemente en la prensa de derecha. 'Carrillo continúa la guerra de los brigadistas', titulaba 'La Razón'.

'Está claro que independiente del curso que sigan los tribunales hay un levantamiento de los sectores ultras de este país, de la derecha tardofranquista, que confunde el tocino con la velocidad y quiere convertir este caso en un juicio a las Brigadas Internacionales', señala Carrillo en declaraciones a Público, que asegura que 'por supuesto' que influye el apellido que heredó de su padre, Santiago, en las numerosas críticas que recibe desde la derecha. 'A veces hasta se equivocan de Carrillo y creen que están atacando a mi padre. Se ve que hasta muerto les molesta el apellido', asegura el rector.  'Entendemos que el silencio administrativo es positivo. El monumento es legal'

A pesar de ello, Carrillo, hijo, no piensa echar marcha atrás y retirar el monumento a las Brigadas Internacionales. 'Es tres veces legal', asegura. 'Si alguien pide la ejecución de sentencia recurriremos ante los tribunales', advierte. Su razonamiento se basa en que el Ayuntamiento de Madrid guardó silencio respecto al permiso solicitado para instalar el monumento. 'Entendemos que el silencio administrativo es positivo y, por tanto, el monumento es legal', reitera Carillo, que argumenta que el monumento dedicado a las víctimas del 11-M tiene la misma base legal aunque nadie haya reclamado su retirada.

Su actuación, advierte, al frente de la Complutense seguirá dando que hablar y en cuanto disponga de presupuesto tratará de borrar las marcas franquistas del Arco del Triunfo de Madrid en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. De momento, su gestión está centrada en hacer frente al recorte de 60 millones de euros efectuado por la Comunidad de Madrid en el presupuesto de la Universidad. El monumento, señala, es una 'bomba de humo' que está desviando la atención de lo verdaderamente importante en la educación universitaria: los recortes y las subidas de las tasas. 'Estamos preparando un plan de ayudas a los estudiantes para el próximo año'

'La subida de tasas junto a la grave crisis económica que atraviesa el país ha expulsado a miles de estudiantes de la Universidad', denuncia Carrillo, que asegura que la Complutense está estudiando un plan de ayudas para el próximo curso. 'De momento estamos dimensionando el problema. Sabemos que alrededor de 2.700 estudiantes no han pagado sus matrículas, pero hay que estudiar cuántos de ellos han dejado de pagar por problemas económicos y separarlos de los que han abandonado sus estudios por otros motivos', reconoce el rector, que saca pecho del plan de pago en cuatro plazos de la matrícula elaborado por su Universidad con carácter de urgencia.

No obstante, para Carrillo el problema va más allá de los que han dejado de pagar e incluye a aquellos que, de momento, siguen pagando con un enorme esfuerzo familiar. 'Hacemos presión para que bajen los precios pero no tenemos más fuerza que la de los ciudadanos', afirma el rector, que asegura que la UCM está consiguiendo 'salir a flote' a pesar de las duras condiciones económicas impuestas por la Comunidad.

'Nuestra economía no es tan mala ahora como hace un año o dos. Hemos ganado cuatro juicios a la Comunidad de Madrid y nos han tenido que pagar 100 millones de euros. Además, tenemos otro juicio, que esperamos ganar, por 80 millones. Este dinero paliará la deuda de 143 millones que tenemos', sentencia Carrillo, no sin antes recordar que la universidad pública y, especialmente, la Complutense ha sido maltratada por la Comunidad de Madrid.