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Ángela de la Cruz, candidata española al Turner, expone en la Tate Britain

EFE

Ángela de la Cruz, la primera candidata española al premio Turner para artistas británicos o residentes en este país de menos de 50 años, expone su obra junto a la de los otros tres aspirantes a partir de mañana y hasta el 3 de enero en la Tate Britain de Londres.

El nombre del ganador del galardón, que está dotado con 40.000 libras (44.600 euros) -25.000 libras (27.875 euros) para el primer premio y 5.000 (5.575 euros) para cada uno de los otros finalistas- se dará a conocer la noche del lunes 6 de diciembre.

Ángela de la Cruz, nacida en 1965 y residente en Londres desde 1989, llamó la atención del jurado por obras a mitad de caballo entre la escultura y la pintura que combinan "la tensión formal con una fuerte presencia emocional".

"A pesar de su frío estilo minimalista y su clara referencia al canon modernista, el vocabulario (de la artista gallega) es muy personal, está cargado emocionalmente y arraigado en las experiencias diarias y en nuestro entorno", agrega el jurado.

Su obra se caracteriza por la "deconstrucción" de sus pinturas -los lienzos con sus marcos correspondientes-, que la artista rompe, rasga y dobla para presentarlas como esculturas monocromas.

Sus creaciones aluden a o son representaciones de la figura humana y, colocadas en rincones o colgadas de un clavo como si tuvieran vida propia, pueden sugerir determinados estados físicos o debilidades humanas, como si tuvieran vida propia.

A pesar de las deformaciones y otros accidentes que las caracterizan, sus últimas obras pueden describirse como pinturas "monocromas" que asumen de pronto una apariencia escultórica.

De la Cruz utiliza también muebles -sillas o armarios-, que muestran su fascinación por los volúmenes y las masas además de un cierto sentido del humor: no en vano la artista dice admirar a los personajes chaplinescos del cine cómico o la tradición de la picaresca española.

Otro candidato que figura entre los favoritos es el pintor británico Dexter Dalwood, que expone una serie de cuadros inspirados por figuras literarias o por hechos de la historia reciente.

Entre los primeros está el titulado "Burroughs in Tangiers", que muestra en un imaginativo collage que evoca por un lado a Matisse y por otro al pop Rauschenberg el apartamento que tenía en Tánger el novelista estadounidense de la generación beat William Burroughs.

Entre los segundos cabe citar "Death of David Kelly", titulo alusivo al experto en armas británico de ese nombre que se quitó la vida después de que se revelase que fue la "garganta profunda" que avisó a la prensa de cómo el Gobierno de Tony Blair había exagerado la amenaza iraquí para justificar la invasión del país árabe.

Es un cuadro un tanto misterioso que muestra un árbol con un árbol de tronco alto y en diagonal que oculta parcialmente una gran luna llena cuya blancura contrasta con un cielo de un oscurísimo azul.

La tercera finalista es la británica Susan Philipsz, que utiliza la voz como medio: se trata de grabaciones de sus propias versiones de canciones sin acompañamiento musical que luego reproduce en espacios públicos, como pueden ser un puente o las calles en torno al Banco de Inglaterra.

Finalmente está el dúo Otolith, formado por los artistas Kodwo Eshun y Anjalika Sagar, que muestran una película inspirada en parte por el guión de un filme del director indio Satyajit Ray titulado "The Alien", que no llegó a realizarse, así como la instalación de vídeo "Inner Time of Television 2007-2010", hecha en colaboración con el conocido cineasta francés Chris Marker.

La presentación a la prensa de hoy comenzó con un incidente protagonizado por los fotógrafos, que amenazaron con boicotear la exposición después de que se les pidiese rellenar un formulario por el que se comprometían a no publicar imágenes que pudiesen "resultar en publicidad adversa" para la Tate, según relataron ellos mismos.

Después de dos horas, los responsables de la galería permitieron a los fotógrafos, de diarios y agencias de prensa, tomar sus fotos sin tener que firmar el polémico formulario.

El premio Turner ha sido fuertemente criticado en el pasado por el tipo de arte seleccionado como la famosa instalación "My Bed" (Mi Cama), de Tracey Emin, consistente en una cama con las sábanas sucias, condones, cigarrillos y alguna botella de alcohol.

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