La confirmación de la brutal caída del PIB español en el primer trimestre del año ha marcado una semana que cierra con la esperanzadora afirmación de la OCDE de que el mes próximo no empeorará sus previsiones económicas para España.

El Producto Interior Bruto (PIB) cayó un 3% interanual y el 1,9% intertrimestral en el primer trimestre, la mayor caída desde 1970, debido al desplome del consumo y la inversión, según informó el Instituto Nacional de Estadística el pasado miércoles.

Ante las críticas de la oposición en este período electoral, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recalcó que fueron peores casi todas las caídas de las economías de los socios europeos de España, mientras los titulares de Economía expresaron su confianza en que la crisis ha tocado fondo y lo peor ya ha pasado.

Una apuesta respaldada tácitamente el viernes por el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Angel Gurría, en un acto en Madrid.

En las proyecciones económicas que la organización, integrada por 30 países desarrollados, publicará a finales de junio "no se verá un deterioro en el horizonte", por primera vez en dos o tres años, subrayó el ex ministro mexicano de Finanzas.

Si bien a finales de 2009 podrían verse las primeras señales de recuperación, advirtió de que "el apetito por ver retoños no debe evitar el ser objetivos en las previsiones", en alusión al debate sobre los "brotes verdes" y "la luz al final del túnel" de la crisis económica mundial.

Gurría aprovechó para elogiar las medidas tomadas por el Gobierno español contra la crisis: van "en la dirección correcta", dijo.

Un espaldarazo que se produce en la semana en que, tras arduas negociaciones con los grupos minoritarios, el PSOE sacó adelante en el Congreso todas sus resoluciones del debate sobre el estado de la nación, aunque con enmiendas.

En particular, dos anuncios estrella de Zapatero: la supresión de la desgravación fiscal por la compra de la vivienda a partir de 2011 y la concesión de ayudas directas a la compra de un coche nuevo.

El BOE publicó hoy, precisamente, el real decreto que recoge dichas ayudas: 500 euros del Ejecutivo, 1.000 de los fabricantes y 500 de las comunidades autónomas que se adhieran al plan, entre ellas la Generalitat de Cataluña, que se sumará el lunes con una propuesta propia ampliada, según ha trascendido.

España no fue el único país donde se cebó la crisis en el primer trimestre, según los anuncios desgranados esta semana.

Así, el PIB de Japón cayó un 4% (un 15,2% a ritmo anual, sin precedentes desde la II Guerra Mundial); el del Reino Unido un 4,1% interanual y el 1,9% intertrimestral, y el de México un 8,2% interanual.

Mientras, en Estados Unidos -donde el próximo viernes se conocerá el primer cálculo del PIB en el primer trimestre-, la Reserva Federal revisó a la baja sus previsiones económicas y prevé ahora una caída del 2-1,3% este año.

Los mercados de valores apenas se fijaron en esas y otras estadísticas macroeconómicas negativas -el Ibex-35 ganó un 3,68% esta semana y el Dow Jones un 0,1%-, aunque la posibilidad de una revisión a la baja de la calificación de la deuda de EEUU hizo que el dólar cayera a su cota más baja desde diciembre frente al euro.

El temor a que la calificación de EEUU perdiera su triple AAA afloró cuando la agencia S&P revisó a negativa su perspectiva para el Reino Unido por el deterioro de las finanzas públicas de ese país, cuya deuda podría alcanzar el 100% del PIB de aquí a 2013.

La depreciación del dólar contribuyó a que los precios del crudo superaran el listón de los 60 dólares el barril esta semana, por primera vez en seis meses.

La semana entrante estará marcada, en España, por el anuncio del indicador adelantado de la inflación de mayo, entre otras estadísticas. También se conocerán los datos del paro y la inflación en la UE en abril y mayo, respectivamente.

En EEUU, además del PIB del primer trimestre, los inversores escudriñarán los datos de las ventas de casas para evaluar el estado del sector y seguirán los intentos de General Motors para evitar la suspensión de pagos, y el resultado de la puja por la filial alemana del fabricante automovilístico.