Este artículo se publicó hace 2 años.
La Xunta de Feijóo y Rueda gasta 1,1 millones en peatonalizar el tramo de carretera donde viven Baltar y su padre
La Consellería de Infraestructuras construirá y acondicionará sendas peatonales en la vía en la que viven el presidente de la Deputación de Ourense, su progenitor, su cuñada y la familia de su esposa.
A Coruña-Actualizado a
La Xunta de Galicia va a invertir 1,1 millones de euros para construir sendas peatonales en una carretera rural del municipio ourensano de Esgos, en un tramo situado justamente frente a las viviendas y propiedades del presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, y de varios de sus familiares, entre ellos su padre.
Según el Gobierno que aún preside Alberto Núñez Feijóo, las obras, que afectan a la carretera OU-536, de titularidad autonómica y que une Ourense con Pobra de Trives, se financiarán con cargo al Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Empezarán después del verano y estarán terminadas en seis meses.
Esgos es un pequeño municipio de 1.300 habitantes unido a la capital provincial por 18 kilómetros de carretera. De ellos, se van a peatonalizar dos tramos. Uno de dos kilómetros en el vecino municipio de Pereiro de Aguiar, y otro de un kilómetro justo en la recta donde se encuentran las viviendas, chalés y fincas de los Baltar. El presidente de la Diputación es además concejal en el Ayuntamiento del pueblo.
La conselleira de Infraestructuras e Mobilidade del Gobierno de Feijóo, Ethel Vázquez, presidió el pasado lunes a pie de carretera el acto de presentación del proyecto, al que asistieron el propio Baltar junto al delegado de la Xunta en Ourense, Gabriel Alén, y los alcaldes de las localidades implicadas.
Ese mismo día, Feijóo anunció el congreso del PP gallego que dará pasó al liderazgo de Alfonso Rueda, tras un fin de semana de negociaciones para que Baltar, presidente del PP ourensano, aceptara apoyar a Rueda como sucesor al frente de la Xunta y el PP gallego a cambio de una vicepresidencia en la dirección regional del partido.
Según informó el Ejecutivo autonómico en una nota de prensa, las sendas frente a las propiedades de los Baltar ocuparan 4.700 metros cuadrados de terreno, tendrán un ancho mínimo de dos metros, pavimento de hormigón "colorado" o color "natural", y estarán separados de la carretera "por una cuneta revestida y con perfil de seguridad; vegetación más bordo; bordo, o la combinación de estos tres elementos, para separar el tráfico rodado de los peatones y reforzar su seguridad".
También se ejecutarán cunetas de seguridad, trabajos de drenaje, reposición de servicios afectados y preinstalación de alumbrado público, y se instalarán "cuatro nuevas marquesinas para garantizar una espera más confortable a los vecinos que se desplazan en transporte público". Cada kilómetro de senda costará 366.666 euros.
El proyecto de la Xunta ha levantado la indignación de la oposición y de vecinos de la zona, que consideran que existe un trato de favor hacia Baltar y su familia peatonalizando, acondicionando y mejorando con dinero público el tramo de carretera en el que viven, una de las zonas más despobladas de la carretera entre Esgos y Ourense.
El presidente de la Diputación habita en un palacete con piscina, cancha de tenis, cenador, viales interiores, jardines y parque infantil, en una finca de más de 18.000 metros cuadrados a la que se accede desde la carretera.
Según la asociación Ribeira Sacra Denuncia, formada por colectivos que defienden el patrimonio cultural de la zona, colindando con el palacete de Baltar está la vivienda de la familia de su esposa, y al otro lado de la carretera, a unos 150 metros de distancia, el chalé de su cuñada.
Junto a esta última están ubicada la casa de su padre, el expresidente de la Diputación José Luis Baltar, así como la nave de más de mil metros cuadrados donde éste guarda la colección de coches antiguos que fue nutriendo durante los veinticinco años que estuvo en el cargo.
Justo a la salida de la vivienda de Baltar padre, según los planos facilitados por la Consellería de Ethel Vázquez, empieza la senda peatonal que luego pasa frente a la del resto de sus parientes.
La Diputación de Ourense ha preferido no hacer ningún comentario sobre el tema. Al cierre de este artículo, la Xunta tampoco había respondido al ofrecimiento de Público para que explique si considera que Baltar ha tenido o no trato de favor.
Ignacio Gómez Pérez, diputado provincial por el PSOE y exalcalde de Ribadavia, lamentó que el Gobierno autonómico vaya a destinar 1,1 millones de dinero público para contentar a los Baltar. "Es perfectamente lícito que un cargo público pueda verse afectado positivamente de una obra pública, pero no si ésta se hace sólo para beneficiarle", explica.
"Que de dieciocho kilómetros vayan a acondicionarse tres, y que de ellos uno sea en el tramo donde viven Baltar y su familia, demuestra que la obra está pensada para ellos", concluye.
Según la Xunta, la construcción de las sendas va a obligar a reducir la anchura de los carriles de la carretera a tres metros en un punto donde resulta necesario encajarlas "sin afectar a un muro que tiene protección del patrimonio cultural".
Ribeira Sacra Denuncia critica que el Gobierno gallego vaya a gastarse 1,1 millones en estrechar los carriles de una carretera con un considerable tráfico rodado, con lo que supone de merma para la seguridad viaria, y que a la vez la Diputación haya anunciado que pretende ampliar la que conduce al monasterio de San Pedro de Rocas, a apenas ocho kilómetros de allí, con una cadencia de tráfico de un vehículo a la hora y donde no se ha producido ni un sólo accidente documentado.
Esa última obra, que la Xunta ya había negado a Baltar en dos ocasiones, obliga a talar más de medio centenar de árboles, algunos centenarios, en una zona declarada de interés cultural, a derribar buena parte del muro medieval del monasterio y a desmontar un cruceiro medieval, también declarados bien de interés cultural.
La Fiscalía acaba de abrir diligencias contra la Xunta y la Diputación de Ourense por dañar el patrimonio histórico de la zona, tras haber derribado en las obras de ampliación parte del muro del cenobio de San Pedro de Rocas, del siglo VI, el más antiguo de Galicia y uno de los ejemplos de arte rupestre más importantes de España.
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