Respira. Relájate. A tu alrededor, el vapor limpia tu cuerpo y los masajes ayudan a eliminar las últimas tensiones entre una decoración de estucados, azulejos y artesonado. Los hammam o baños árabes constituyen una experiencia singular en la que se añade de manera delicada el exotismo del entorno en el que se lleva a cabo, al cuidado puramente higiénico.

En las culturas en las que nacieron, este tipo de baños desempeñaron un importante papel como puntos de reunión social. Se situaban en edificios públicos divididos en varias salas: vestíbulo de ingreso, sala fría, sala templada y sala caliente. Los hammam actuales han añadido en muchos casos sala de masaje y tetería. Todo el ritual de pasos que conllevan los hammam, en los que baño, relajación y masaje se combinan, nos conduce a un pasado de sofisticación: perfumes y aromas, luz en los mosaicos, la suave caída del agua....

Deja de imaginar y sumérgete en ellos: Andalucía ofrece una gran cantidad de hammames para olvidarse del bullicio cotidiano y bañarse en exotismo. Hacemos un recorrido por cinco de los más evocadores:

HAMMAM ANDALUSÍ. Jerez de la Frontera.
Muy cerca de la catedral, en una pequeña callejuela del casco histórico de Jerez, este hammam constituye toda una experiencia tanto por sus tratamientos (con chocolate o aloe vera natural) como por el edificio en el que se ubica: una casa-palacio del XVIII, rehabilitada según técnicas artesanales tradicionales, con estucados, artesanados, azulejos, tallas y labrados. El baño andalusí, que incluye exfoliación corporal, baño de arcilla, mascarilla facial y masaje es uno de sus tratamientos más completos.

MEDINA CALIFAL. Córdoba.
Los masajes son los grandes protagonistas en este hammam y pueden combinarse, incluso, con tés y repostería árabe en la tetería del establecimiento. La opción de baño árabe permite a los más tradicionales participar de la recreación de un hammam de época califal, en el que el contraste de temperaturas de las diferentes salas, el baño turco y la piedra caliente facilitan el descanso y la exfoliación. El baño con masaje relajante en espalda y piernas añade al hedonismo de los sentidos el delicioso olor de los aceites de azahar, jazmín o romero con lo que se realiza

AGUA DE ORIENTE. Benalmádena.
La inspiración arquitectónica proviene en este hammam de la arquitectura nazarí granadina del siglo XI. Lo más llamativo de Agua de Oriente son sus tratamientos para tratar dolencias tan variadas como los esguinces, el estrés y hasta la depresión.

AIRE DE SEVILLA. Sevilla.
En pleno barrio de Santa Cruz, sobre un antiguo hammam árabe, y en una casa palacio construida en el siglo XVI por quien fue Virrey de las Indias, se ubica hoy este baño. La sensación más interesante se consigue en la sala de aguas con termas a diferentes temperaturas. Solera e historia no le faltan a Aires de Sevilla, y la conexión en el pasado se ha querido mantener en las grandes estancias que lo constituyen, en las que la luz tenue, los azulejos y las lámparas de bronce llenan el espacio. A partir de septiembre, Aire de Almería añadirá, en esta ciudad del oriente andaluz, un hotel y una vinacoteca a los baños árabes, en un proyecto en el que el relax para el cuerpo se combina con el placer para el gusto.

HAMMAMS DE AL ANDALUS BAÑOS ÁRABES DE GRANADA. Granada.
¿Qué mejor lugar en Granada para un hammam que los pies de la Alhambra, en el antiguo barrio del Albaicín? En el corazón del barrio árabe, el edificio que alberga estos baños data de los siglos XIII-XIV, y su estructura invita a pensar que el inmueble se ubica en un antiguo hammam. Cara a cara con la historia.