La presidencia de turno belga confía en que el viaje que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, hará a Cuba esta semana contribuya a que haya avances en el proceso de diálogo entablado entre la Iglesia cubana y el régimen castrista para mejorar los derechos humanos en la isla.

El embajador de Bélgica en España, Johan Swinnen, ha afirmado que la visita que Moratinos comenzará el lunes es "muy oportuna" para calibrar las intenciones de las autoridades de La Habana de dar pasos en favor de la liberación de presos políticos.

En un encuentro con periodistas para informar de las prioridades del semestre de mandato belga, Swinnen ha asegurado que su país está "muy abierto e interesado" en que haya progresos en este asunto para que se pueda plantear un cambio de la posición común con Cuba.

Moratinos trató durante la presidencia española de turno, que concluyó el pasado miércoles, de suavizar el actual marco de relación de relación con Cuba, vigente desde 1996.

Los socios comunitarios acordaron aplazar su revisión anual a septiembre a la espera de que pueda haber una mejora de la situación de los presos políticos durante el verano.

El embajador belga ha considerado prematuro anticipar si habrá cambio de la posición común, aunque ha apuntado que el proceso iniciado en Cuba permite albergar "esperanzas".

También ha admitido que hay "preocupación", en alusión a aspectos como el estado de salud del opositor Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde que falleció en febrero el también disidente Orlando Zapata por la misma protesta.

Swinnen se ha inclinado por buscar vías que hagan que la relación entre UE y Cuba sea "madura y respetuosa", para lo que ha pedido contar con "la experiencia y la acción de la diplomacia española" en la isla.

Respecto al mandato rotatorio que su país desempeñará hasta fin de año, el diplomático belga ha señalado que habrá una "continuidad" con los objetivos que impulsó España, puesto que comparten "la misma filosofía y las mismas ambiciones".

"El programa belga está en armonía con el trío", ha afirmado Swinnen, en referencia a la presidencia en equipo que España, Bélgica y Hungría -que presidirá la UE en el primer semestre de 2011- han inaugurado en aplicación del Tratado de Lisboa.

Sobre cómo puede afectar el que haya un gobierno en funciones, a la espera de que se forme un nuevo gabinete después del triunfo de los nacionalistas flamencos, el embajador ha restado importancia al haber un "consenso muy sólido entre todos los belgas" en favor de la UE y una gran experiencia en las presidencias rotatorias.

También ha destacado el apoyo que su país tendrá del presidente permanente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy.