Una clase de medicamentosalguna vez muy usada para disminuir la presión sanguínea,conocida como betabloqueantes, en realidad provocaría problemascardíacos, concluyó un estudio.

Los betabloqueantes funcionan reduciendo el ritmo cardíaco,por lo tanto, disminuyendo la presión.

La reducción del ritmo cardíaco mediante el uso debetabloqueantes ha demostrado tener efectos beneficiosos en laspersonas que sufrieron un infarto o que padecen insuficienciacardíaca, pero los resultados de una nueva revisión indican queeste no sería el caso en los pacientes con hipertensión.

El equipo del doctor Franz H. Messerli, de la ColumbiaUniversity en Nueva York, observó 22 ensayos clínicosrelevantes que involucraron a pacientes tratados por presiónarterial elevada y seleccionaron nueve ensayos que incluíandatos sobre ritmo cardíaco.

Como informaron en Journal of the American College ofCardiology, 34.096 pacientes recibieron betabloqueantes, 30.139tomaron otros agentes para reducir la presión y 3.987consumieron "placebo".

Los participantes tratados con betabloqueantes lograronmenor ritmo cardíaco que otros pacientes. No obstante, la tasade disminución con esos fármacos aumentó los riesgos de muerte,infarto o accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca.

Asimismo, a menor ritmo cardíaco mayor riesgo de padecerestos problemas.

En un editorial que acompañó el estudio, el doctor NormanM. Kaplan, de la University of Texas, comentó que lainvestigación "suma otra explicación post mórtem a la caída delos betabloqueantes, ya que muestra una mayor mortalidadasociada con el menor ritmo cardíaco que ellos inducen".

Kaplan añadió que los betabloqueantes seguirán siendoapropiados para tratar la insuficiencia cardíaca después de uninfarto y para desacelerar el ritmo excesivo del corazón, "peroya no para la hipertensión en ausencia de estos indicadores depeso".

FUENTE: Journal of the American College of Cardiology, 28de octubre del 2008