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CaixaForum reúne las mejores obras de Joaquim Mir en una muestra antológica

EFE

Una selección de 80 piezas representativas de la trayectoria de Joaquim Mir componen la exposición que se inaugura hoy en CaixaForum y que pretende "reivindicar" la obra "del mejor paisajista español de principios del siglo XX", según el comisario de la muestra, Francesc Miralles.

"Joaquim Mir. Antológica 1873-1940" es el título de la muestra, que se podrá visitar en Barcelona hasta el próximo 26 de abril, antes de viajar al Museo de Bellas Artes de Bilbao.

La exposición reúne "las mejores obras" de Joaquim Mir, entre ellas doce pinturas que nunca han sido expuestas, y se complementa con un audiovisual producido para esta exposición a partir de imágenes grabadas por el propio pintor entre los años 1930 y 1936, en la etapa final de su vida.

El comisario de la muestra ha defendido hoy la necesidad de "reivindicar" a Mir porque "la defensa de las vanguardias se ha hecho a partir del descrédito de todo lo anterior", sin apiadarse de "auténticos genios", como Joaquim Mir.

En su opinión, Mir es uno de los mejores paisajistas de principios el siglo XX porque consigue "fundirse con la naturaleza" y construir un lenguaje personal "sorprendentemente moderno" y, en ocasiones, "muy cercano a la abstracción".

La muestra está estructurada en función de los distintos lugares donde vivió el artista y que se convirtieron en tema central de sus obras.

Las primeras salas recogen una muestra de sus años de formación en Barcelona, donde formó parte de la Colla del Safrà, junto con Nonell, Vallmitjana, Canals y Pitxot.

Su progresivo alejamiento de la pintura academicista se hace patente en su primera gran obra: "La catedral de los pobre". Una pieza que no está en la exposición "por motivos de conservación" y "porque estamos en Barcelona y la podemos ver en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), a 500 metros de aquí", según el comisario.

No obstante, la exposición reúne los esbozos y estudios preparativos de esta obra, algo inusual en la trayectoria de Joaquim Mir, marcada por la inmediatez.

Los cuatro años que Mir pasó en Mallorca se resumen en dos salas de la exposición, que acogen, entre otras obras, dos impactantes marinas que el pintor hizo para el Gran Hotel de Palma, actual sede de CaixaForum Palma.

"Estas obras son muy representativas de la evolución de Mir, un artista con una gran fuerza interior, que buscó su propio camino, al margen de los movimientos artísticos del momento", según Miralles.

En este sentido, el comisario de la muestra ha insistido en que, "aunque la selección cromática de la paleta de Mir coincide con la de los impresionistas, el artista no interiorizó las teorías imperantes en su época, sino que desarrolló su obra en función de sus necesidades interiores y su peculiar mirada de la naturaleza y de la luz".

Los años que Mir pasó en el Instituto Psiquiátrico Pere Mata de Reus y el Camp de Tarragona tienen su reflejo en la decoración mural de la casa Trinxet de Puig i Cadafalch.

Aunque la casa ya no existe, la exposición recoge buena parte de los trabajos que realizó para este encargo, como "El Gorg Blau" y "La Vita".

Posteriormente, Mir vivió en el Vallès y se distanció de los núcleos de debate artístico, tal como ilustra la serie de obras que pintó en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona).

La recuperación de las formas realistas es una de las características de las obras de su última etapa en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), y su obsesión por la luz y el color una constante a lo largo de toda su vida.

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