El presidente de México, Felipe Calderón, presidió ayer por varias horas un encuentro del Consejo de Salubridad General, que reúne a los secretarios de Salud de los 32 estados del país, para evaluar la situación provocada por el brote de una gripe porcina que afecta principalmente a los habitantes de la capital.

"Me he permitido convocar a todos ustedes con objeto, evidente, de realizar una reunión de información y de evaluación de la situación de emergencia que estamos enfrentando", dijo Calderón al abrir la reunión que ha continuado por varias horas.

Las autoridades informaron este viernes que se confirmó en las últimas horas la muerte de 20 personas a causa de esta enfermedad y que se investigan otros 48 casos de defunciones que pudieran estar relacionados con el mal, que ha infectado a un millar de personas, en el centro del país.

"Como todos ustedes saben, ha surgido en nuestro país un brote epidemiológico de una mutación del virus de influenza (gripe), que ha afectado a diversas poblaciones y en especial a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México", dijo Calderón.

Fuentes de la Secretaría de Salud federal dijeron a Efe que la reunión del Consejo continúa y que posiblemente se prolongará varias horas más, aunque el mandatario se retiró de la junta.

No se informó si la reunión continuará o será interrumpida para reanudarla hoy, cuando se espera que haya un reporte sobre la situación.

"Estamos realizando todas las acciones pertinentes, llevando a cabo las acciones necesarias para hacerle frente a este problema", señaló el gobernante.

La naturaleza del brote de gripe "nos fue informada el día de ayer por la tarde, una vez que las autoridades sanitarias internacionales y los más prestigiados y especializados laboratorios del mundo estuvieron en posibilidad de examinarlo y constatar su naturaleza", agregó Calderón.

Dijo que para afrontar este brote su Gobierno ha tomado "y seguirá tomando todas las medidas pertinentes, y decretará las medidas de urgencia o prevención que sean necesarias, de acuerdo con la evolución observada de esta enfermedad entre la población civil".

La primera medida anunciada la noche del jueves fue la suspensión de las clases en todas las escuelas y universidades en Ciudad de México y el vecino Estado de México "hasta nuevo aviso", lo que afectó a 7,5 millones de estudiantes y a 420.000 maestros distribuidos en unas 30.000 escuelas.

Además, todos los actos públicos oficiales fueron suspendidos en la capital mexicana, donde también permanecerán cerrados el fin de semana numerosos teatros y museos.