Este artículo se publicó hace 15 años.
Las carreteras y las fresas acorralan Doñana
Por Teresa Larraz
Una cola kilométrica de coches avanza de noche a paso de tortuga por la carretera que sale de Matalascañas y El Rocío, en el linde del Parque Nacional de Doñana, sus faros reflejándose en el agua de las marismas.
El monumental atasco en esta zona del sureste de Huelva comenzó hace varias horas, y la escena es chocante. Miles de personas acaban de participar en las fiestas de la Candelaria, una de las celebraciones que se van multiplicando al borde mismo de un parque que es Patrimonio de la Humanidad, Reserva de la Biosfera y Zona Especial de Protección de Aves.
Desesperados, los coches tratan de pasar por cualquier camino agrícola, quedándose más de uno atascado en el barro producto de las abundantes lluvias de las últimas semanas, mientras algún policía local intenta en vano regular la circulación.
La A483 es una de las paradojas de Doñana: una autovía de 14 kilómetros que se convierte en carretera convencional antes de llegar al Rocío, la "puerta" de Doñana por el norte, y que algunos vecinos pretenden extender hasta Matalascañas, la urbanización costera que se inserta como una cuña al suroeste del parque y que en verano puede albergar a hasta 80.000 personas.
En esta vía han muerto atropellados linces ibéricos, uno de los animales en mayor peligro de extinción del mundo que tiene en Doñana uno de sus dos únicos reductos. La Junta de Andalucía ha tratado de solucionar esta situación con vallas y pasos subterráneos, pero el problema no acaba ahí.
"Dividida por los cultivos y las carreteras, Doñana está cercada", afirmó el lunes Eva Hernández, coordinadora del Proyecto Doñana de WWF, al denunciar el asfaltado de caminos, la extensión de los cultivos de frutas, legales e ilegales, y la creación de nuevos caminos para llegar a estos cultivos.
El Ayuntamiento de Almonte, que engloba El Rocío y Matalascañas, aporta una visión muy diferente. El parque goza de un "estado de salud muy bueno, sobre todo si miramos atrás", dijo el martes a Reuters la concejala de Medio Ambiente, Azucena León.
POZOS Y PLÁSTICOS
El parque es uno de los más grandes de España, un mosaico de ecosistemas, con marismas, dunas vivas y cotos que albergan una biodiversidad única y destaca por su importancia como lugar de paso, cría e invernadero para miles de aves europeas y africanas, además de ser el hogar de dos especies tan emblemáticas como el ya mencionado lince y el águila ibérica, ambos en grave riesgo.
surgido en los años 80 de manera experimental en la zona de Palos de la Frontera -, convertido hoy en un sector que genera 55.000 empleos, supone más del 60 por ciento de la producción española y exporta cada año más de 100.000 toneladas, según cifras de WWF.
equivalente al consumo de unas 34.000 personas con una media de 160 litros diarios -, y además genera 4.500 toneladas anuales de plásticos, afirma la organización ecologista, que en España nació vinculada a Doñana.
En 2003, la Junta de Andalucía aprobó el Plan de Ordenación del Territorio del Ámbito de Doñana que hizo una radiografía de las áreas cultivadas, pero desde entonces se han añadido casi 1.700 hectáreas de cultivo bajo plásticos, 600 de las cuales son en zonas de máxima protección, según WWF.
Hay más de 1.000 pozos en la cuenca del Guadalquivir captando agua del acuífero sin los permisos necesarios, de acuerdo con datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir citados por los ecologistas, que alertan del descenso en el nivel del acuífero, una reserva fundamental para el humedal, con el consiguiente peligro de desertificación.
"Hay pozos alegales, más que ilegales", dijo la concejala de Almonte, quien afirmó que estos pozos son una proporción "tan mínima que no puede ponerse como problema". "No están ocultos, sino pendientes de un arreglo administrativo"
Almudena León añadió que los riesgos para Doñana vienen derivados del progresivo incremento del espacio natural.
"Estamos trabajando para que todo sea compatible", afirmó. "No hay una invasión agrícola de Doñana", y dijo que hay menos de 4.000 hectáreas de regadío de un total de 80.000 en el municipio.
EN ESPERA DE BRUSELAS
que además se pretende dragar para profundizar el canal de navegación hasta el puerto de Sevilla -, y el proyecto de construcción de un oleoducto entre Huelva y Badajoz para una refinería prevista en Extremadura - con el consiguiente aumento de petroleros en las costas de Doñana y el propio impacto de la obra -, son otras dos importantes amenazas para el humedal.
Los ecologistas afirman que el segundo Plan de Desarrollo Sostenible que está preparando la Junta no afronta los retos de Doñana.
"Debería apostar por un modelo diferente para un desarrollo diferente que permita la conservación a largo plazo", dijo en Sevilla Juanjo Carmona, coordinador de la oficina de WWF España en Doñana. "Estamos a tiempo de una gestión distinta de todos los recursos".
que además tiene un efecto negativo en la erosión - y crear corredores naturales que permitan conectar Doñana en una primera fase con el río Tinto, y eventualmente, con Sierra Morena.
El tirón de orejas puede venir de fuera. En 2008, la Comisión Europea remitió al Tribunal de Justicia de la UE el caso de un camino agrícola entre El Rocío y Villamanrique utilizado como vía de escape de la A483 hacia Sevilla que funciona como carretera ilegal y por la que algún coche ha circulado a hasta 180 kilómetros por hora, según WWF
"Hace falta una visión de conjunto. Todo está relacionado, carretera, turismo, agua. La inacción nos puede llevar a la daimielización de Doñana. Si no hay agua, no habrá humedal, ni todo lo que depende de él", aseguró Eva Hernández.
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