Este artículo se publicó hace 15 años.
La Casa Blanca suaviza la reforma financiera
Los republicanos fuerzan cambios en el ambicioso proyecto anunciado por Obama a las puertas de la cumbre de G-20, en la que se abordarán cambios en la estructura financiera mundial
"Esta crisis es el resultado de las decisiones de estadounidenses de a pie de acumular tarjetas de crédito, hipotecas y otras obligaciones financieras. Algunos pidieron préstamos que no podían permitirse, otros firmaron contratos sin entender lo que les ofrecían los bancos que no les decían siempre la verdad". Este fue parte del resumen de la crisis que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, planteó en el mes de junio a la opinión pública buscando el apoyo necesario para acometer una ambiciosa reforma del sector financiero al que sabía que el sector se opondría con antelación.
Apenas tres meses después, y precisamente en la jornada previa a la celebración de la cumbre del G-20 en Pittsburgh donde se espera que los líderes de las economías más desarrolladas fijen los cambios en la arquitectura financiera mundial, la Casa Blanca ha tenido que recular en algunos de los puntos más ambiciosos de la reforma ante la presión del partido republicano.
El lobby bancario ha presionado para poder ofrecer productos complejo
Así, el secretario general del Tesor, Timothy Geithner, presentó ayer en una comisión del Congreso el proyecto para la creación de la Agencia para la Protección del Consumidor Financiero, uno de los puntos más controvertidos del plan, donde tuvo que plegarse a varias demandas de la industria. El principal paso atrás en los planes anunciados será la renuncia a la obligación de vender a los consumidores los productos denominados plain vanilla lo que en español se podría traducir como "liso y laso". Es decir, productos básicos sin letra pequeña para cualquier nivel de aprendizaje financiero.
Según el bando republicano, esta medida limitaría el abanico de opciones del consumidor y terminaría siendo una merma para la competencia, por lo que Geitner reconoció en su intervención estar "abierto a cambios". La agencia, que Geithner defendió ayer acaloradamente, se regirá por cinco principios anunciados ya en junio: transparencia, simplificación, ecuanimidad, responsabilidad y acceso.
Lo cierto es que la flexibilidad introducida por Geithner ayer y la presentación que el diputado demócrata, Barney Frank, hizo de la agencia el martes, son fruto del lobby financiero que ha desplegado todas sus artimañas este último trimestre.
Bruselas presentó ayer su propuesta formal para la reforma europea
Así, algunos sectores estarán fuera del control de la agencia, como algunos minoristas o los proveedores de los planes de pensiones. Por ahora, el plan seguirá su trámite en el congreso y se discutirá en el pleno como pronto en noviembre.
La reforma europeaLa presentación del plan al otro lado del Atlántico ha vuelto a acompañar en el tiempo a la evolución de la reforma financiera de la UE. La Comisión Europea presentó ayer la propuesta legal de su nuevo esquema financiero: un Consejo Europeo de Riesgo Sistémico y tres autoridades europeas para supervisar los seguros, la bolsa y bancos. Con esos cuatro nuevos organismos Bruselas pretende prevenir o, cuando no sea posible, detectar a tiempo una nueva crisis financiera. Sin embargo, la propuesta de Bruselas, que tiene todavía que ser ratificada por los estados miembros y la Eurocámara, excluye la mediación comunitaria cuando las medidas necesarias impliquen el rescate y reestructuración de entidades con fondos públicos, un punto que reclamaba el Reino Unido. "Es el punto más controvertido" de la reforma, según el comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, que auguró un intenso debate sobre el tema.
Además, las tres autoridades redactarán normas comunitarias de carácter técnico para garantizar el correcto funcionamiento de los mercados financieros y vigilarán la calidad de las mediciones hechas por las agencias de calificación de riesgos. La supervisión diaria, según la propuesta presentada ayer, seguirá siendo responsabilidad de los reguladores nacionales que a su vez integrarán las nuevas estructuras europeas. El objetivo es tener unas normas comunes que dicten cómo actuar ante una empresa transfronteriza cuando choquen los intereses nacionales de dos Estados miembros.
Poder bicéfaloAlmunia aseguró "tener las ideas bastante claras"
La otra gran novedad, el Consejo Europeo de Riesgo Sistémico (ESRB, por sus siglas en inglés), se encargará de analizar la actividad macroeconómica para detectar amenazas que pongan en jaque a todo el sistema. Estará compuesto por los gobernadores de los Bancos nacionales, que eligirán a su presidente y vicepresidente. La propuesta de la Comisión incluía en fases previas que el presidente del Banco Central Europeo estuviese al frente del organismo, algo que rechazó el Reino Unido, que no es parte de la zona del euro. Sin embargo, el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, aseguró "tener las ideas bastante claras" sobre los candidatos a ambos puestos. Según Financial Times, que cita a funcionarios comunitarios, el equilibrio se mantendrá con el jefe del BCE, Jean-Claude Trichet como presidente, acompañado del gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyng King, como vicepresidente.
El ESRB redactará recomendaciones que se harán públicas según lo "delicadas" que sean, según Almunia, que anunció que en ningún caso serán vinculantes. Para Almunia, la gravedad de la actual crisis y la presión de los mercados harán a los Estados seguir los nuevos consejos comunitarios.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.