Después de una semana de declaraciones institucionales, políticas y periodísticas, la sociedad civil catalana tomó ayer la palabra en defensa del Estatut, cuyos puntos clave son escrutados en el Tribunal Constitucional. Un editorial conjunto de 12 periódicos con sede central en Catalunya sirvió de banderín de enganche para que desde el Fútbol Club Barcelona a sindicatos o colegios profesionales se pusieran del lado del tripartito y de CiU. Los partidos habían advertido de las graves consecuencias que, para la relación Catalunya-Espanya, tendría un recorte de aspectos nucleares del texto en el TC.

El editorial en el que se refugió la sociedad civil apelaba a la 'solidaridad catalana' para articular la 'legítima respuesta' de una sociedad 'responsable'. Precisamente, con las siglas de Solidaridad Catalana se unió, en 1906, el incipiente catalanismo liderado entonces por el autonomista Francesc Cambó para reivindicar instituciones de gobierno.

Montilla y Benach esperan que el editorial impulse el consenso político

El Barça suscribió el posicionamiento unitario por el Estatut aludiendo a su trayectoria por 'los derechos y libertades de Catalunya' en momentos claves de su historia. La entidad que preside Joan Laporta, con más de 160.000 socios, recordó que proyecta 'día a día y sin complejos la dignidad nacional catalana'.

No menos explícitos fueron los apoyos en el terreno económico. A la Cambra de Comerç de Barcelona, cuyo presidente, Miquel Valls, ya puso el miércoles las cámaras catalanas 'al servicio del Govern' en este pleito, le siguieron CCOO, UGT, Pimec o la Confederació de Comerç. La patronal Foment dio el sí recordando que la 'lealtad a los valores constitucionales debe acompañar la evolución de la sociedad y de las aspiraciones colectivas'.

Salieron también en apoyo siete colegios profesionales entre ellos el de médicos, farmacéuticos y enfermeras o entidades como Òmnium, que prepara para los días posteriores a la sentencia una manifestación unitaria de rechazo al 'choque de legitimidades'.

El histórico texto periodístico se forjó en unas horas y sin «interferencias»

El president José Montilla agradeció la iniciativa 'histórica' de los periódicos que refleja 'la amplia unidad de la sociedad'. El PSC respira tranquilo. Se ha hecho lo que se 'podía y debía' y ahora, en Madrid, nadie podrá decir 'que no estaba avisado de las consecuencias del recorte'. El presidente del Parlament, Ernest Benach, de ERC, fue más allá y deseó que los partidos sigan, cuando llegue el momento de posicionarse, 'el ejemplo de los medios'. Artur Mas, de CiU, insistió en su idea de convocar ya una cumbre de partidos para 'exhibir unidad'.

A los doce periódicos se le sumaron las tres principales radios catalanas (Catalunya Ràdio, Rac1 y Com Ràdio). Según fuentes periodísticas, la iniciativa del editorial la tomaron el martes, 'y sin interferencia del Govern', los directores de El Periódico y La Vanguardia. El miércoles por la mañana transmitieron al resto un borrador, que se cerró a media tarde de anteayer.

Matanza de atocha
'Por la unidad de todos'
El asesinato de cinco abogados laboralistas en su despacho de Madrid, el 24 de enero de 1977, movió a los periódicos de la época a publicar cinco días después el primer editorial conjunto. Un total de ocho diarios –de los que sólo sobreviven ‘ABC’ y ‘El País’– acordaron un texto conjunto bajo el título “Por la unidad de todos”. El crimen de Atocha, perpetrado por la extrema derecha, movió a la prensa a proclamar que “está en juego el ser o no ser de la democracia en España y el futuro de nuestro país como sociedad pluralista y libre”.

Legalización del PCE
'No frustar la esperanza'
El 9 de abril de 1977 –el ‘Sábado Santo rojo’–, y encendiendo el recelo de las Fuerzas Armadas, el Gobierno legalizó el PCE. Seis diarios nacionales –únicamente pervive ‘El País’–, consensuaron un editorial, ‘No frustrar la esperanza’, que se publicó el 16 de abril. El texto llamaba a la serenidad de todos los estamentos en vísperas de las primeras elecciones democráticas tras la dictadura.

El terrorismo
Prensa contra las balas
Varios atentados de ETA y la ultraderecha unieron a la prensa vasca, a la gallega y a los semanarios en seis ocasiones más entre 1977 y 1978.