Cinco trabajadores intoxicados por mercurio en el accidente ocurrido hace un año en Asturiana de Zinc (AZSA) han iniciado esta mañana una huelga de hambre frente a la fábrica de San Juan de Nieva, donde han montando dos tiendas de campaña para pernoctar. Su objetivo es que la administración pública reconozca su enfermedad y recibir atención médica para curar las dolencias y secuelas que causa tener altas dosis de mercurio en el organismo.

Según ha explicado hoy a Efe el presidente de la Asociación Asturiana de Intoxicados por Metales Pesados, Francisco Gallardo, entre los síntomas que padecen están la pérdida de piezas dentales, uñas, hinchazón de hígado e intestinos, temblores, mareos y dolores de cabeza. Les preocupa tener que llegar a lo que consideran una situación extrema como es una huelga de hambre, dado que previsiblemente empeorará su estado de salud.

Más 50 de operarios de la fábrica de zinc estuvieron sometidos durante a la exposición de mercurio 

Más de medio centenar de operarios que realizaban tareas de un intercambiador en la fábrica de zinc estuvieron a finales del pasado año sometidos durante varios días a una exposición de mercurio, hasta que los primeros síntomas alertaron de lo que estaba sucediendo. Se quejan de no haber recibido la suficiente atención por parte del Gobierno del Principado, ni de partidos políticos, ni sindicatos, ni la dirección de AZSA, para la que trabajaba la empresa auxiliar IMSA, de la que formaban parte los afectados.

Los cinco huelguistas, entre ellos Francisco Gallardo, estarán acompañados permanentemente por otros afectados en el accidente y otras personas que han mostrado su apoyo a la causa. Cuentan con el apoyo explícito del Ayuntamiento de Castrillón que, según Gallardo, proveerá de agua, luz y saneamiento a los huelguistas para hacer más soportable la protesta.

A lo largo de la jornada de hoy recibirán la visita de la alcaldesa del municipio, Ángela Vallina, de IU, y del diputado nacional de esta formación política por Asturias Gaspar Llamazares.