El Tribunal de lo Criminal de París inició hoy el juicio contra la pareja de históricos etarras Félix Ignacio López de Lacalle, "Mobutu", y Mercedes Chivite, considerados dirigentes de la banda hasta su detención en abril de 2004.

López de Lacalle Gauna, de 49 años, y Chivite Berango, de 50, que ya han sido condenados en Francia por su pertenencia a ETA -él cumplió una pena de siete años de cárcel y ella fue juzgada en rebeldía-, deben responder en este proceso, que puede prolongarse hasta el viernes, de una decena de cargos.

Están imputados por terrorismo, por tenencia y transporte de armas, por usar documentación falsa y coches robados que además circulaban con matrículas falsas y también por receptación de fondos procedentes de la extorsión.

Esta última inculpación se refiere a su papel como responsables de las compras internacionales de ETA -armas en gran medida-, para lo cual emplearon decenas de miles de euros en divisas que les suministró ETA, y a sabiendas de que esos fondos procedían del llamado "impuesto revolucionario", es decir, del chantaje a empresarios vascos y navarros.

La pareja fue arrestada el 2 de abril de 2004 en una vivienda de turismo rural cerca de Angulema (oeste de Francia) junto al matrimonio que la gestionaba, dos artistas -él estadounidense y ella danesa-, que ya fueron condenados a dos años de cárcel por haberles dado refugio con conocimiento de sus actividades terroristas.

A "Mobutu" y Chivite se les incautó dinero en efectivo (15.000 francos suizos -unos 10.200 euros- y más de 4.000 euros) del que se supone que recibían para las compras de material en el extranjero, pero también documentos que ponían en evidencia su elevada posición en el organigrama de ETA, en concreto, su participación en el comité ejecutivo, la máxima instancia de decisión.

Además, la justicia española los reclama por una larga lista de inculpaciones que pesan sobre ambos, en particular por su presunta implicación -cuando uno y otro integraban diversos comandos- en numerosos atentados mortales.