Este artículo se publicó hace 16 años.
La comisión de Zelaya abandona el diálogo en Honduras
Los negociadores del presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, se retiraron el viernes de la mesa de diálogo sobre la prolongada crisis política en el país ante el rechazo del Gobierno de facto de restituir al líder derrocado.
Las negociaciones para zanjar la peor crisis de Centroamérica en décadas naufragaron después de que los delegados de Zelaya dieran un ultimátum para que el Gobierno del presidente de facto, Roberto Micheletti, accediera a un acuerdo antes de la medianoche para devolver el poder al mandatario derrocado.
"En este momento nosotros damos por agotado, por terminada esta fase", dijo la negociadora Mayra Mejía a periodistas al cumplirse el plazo.
La comisión de Micheletti había rechazado el ultimátum y citó a sus homólogos a un nuevo encuentro el viernes para continuar con la mesa del diálogo.
Las negociaciones se retomaron hace tres semanas, bajo el auspicio de la Organización de Estados Americanos (OEA), pero observadores y opositores creen que Micheletti alargaba el diálogo para ganar tiempo pensando en los comicios de noviembre, con los que espera cerrar la crisis política.
"El diálogo nos permitió tener ya casi la convicción de que no hay voluntad política de que se restablezca el orden constitucional", subrayó Mejía.
Mejía dijo que se reunirán con Zelaya para decidir los próximos pasos a dar.
El retorno de Zelaya, que fue sacado del poder a punta de pistola y llevado a Costa Rica la madrugada del 28 de junio, ha sido el punto de conflicto entre ambas partes, que habían alcanzado algún consenso tras días de negociaciones.
Delegados de Zelaya habían insistido en que fuera el Congreso el que decidiera sobre la vuelta al poder del mandatario depuesto, mientras que los del Gobierno de facto pugnaban porque esa decisión recayera sobre la Corte Suprema.
El miércoles, la OEA expresó su preocupación por el estancamiento de las negociaciones, que se retomaron sobre la base del Acuerdo de San José, logrado con la mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, y que incluye como punto crucial la vuelta de Zelaya al poder.
Las elecciones presidenciales del 29 de noviembre fueron fijadas antes del golpe de Estado. Micheletti insiste en su realización y los principales candidatos están en campaña, pero Zelaya dice que el Gobierno de facto está preparando un fraude.
"Creemos en el proceso de las elecciones, pero si las condiciones siguen de esta forma, sin libertad de expresión, con una censura fuerte (...) creemos que no son las condiciones idóneas para que el pueblo se sienta satisfecho con el proceso", dijo Mejía.
La comunidad internacional ha condenado el golpe y Honduras ha sido suspendida de la OEA, además de que Estados Unidos, su principal socio comercial, ha recortado ayuda, cancelado visas, y organismos financieros le han cerrado la llave al crédito.
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