El presidente del comité de empresa de Opel, Klaus Franz, espera que esta tarde se anuncie el Berlín la decisión tomada por el consejo de administración del grupo General Motors sobre el futuro de su filial europea.

Franz señaló desconocer, sin embargo, la decisión tomada por GM y habló de "leer en los posos del café", en declaraciones hoy al informativo matinal de la cadena pública de la televisión alemana ZDF.

Medios estadounidenses anunciaron tras la reunión celebrada en Detroit que se encuentra camino de Berlín un alto representante de General Motors para comunicar personalmente al Gobierno germano la decisión tomada.

General Motors tenía como opciones vender la mayoría del capital de Opel al consorcio austríaco-canadiense Magna, preferido por las autoridades alemanas, o el grupo de inversiones belga RHJI, así como suspender la venta y mantener el control sobre el fabricante europeo de automóviles.

En el caso de que GM decida finalmente no vender Opel a Magna, Franz anunció hoy acciones de protesta por parte de los trabajadores de Opel.

El presidente del comité de empresa señaló en ese sentido que la planta de Opel en la localidad germano oriental de Eisenach, que calificó de "símbolo de la libertad" y que se encuentra amenazada de cierre en el proceso de reestructuración, será protegida con una cadena humana ante la casa matriz estadounidense.

Además subrayó que el comité de empresa exigirá el pago inmediato de todos los atrasos salariales, que pueden sumar varios cientos de millones de euros.

Antes de la reunión de Detroit los medios de comunicación alemanes daban prácticamente por sentado que GM no venderá su filial europea y optaría finalmente por mantenerla en su poder.