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El coreógrafo Lemi Ponifasio estrena un ritual maorí inspirado en Shakespeare

EFE

El artista neozelandés Lemi Ponifasio trae por primera vez a España a su compañía MAU que este fin de semana presentará en Barcelona un personal espectáculo con acento maorí e inspirado en "La Tempestad", de William Shakespeare, y en los derechos humanos.

Entre el 12 y el 14 de febrero la compañía pone en escena en el Mercat de les Flors de Barcelona la expresión mística y contemporánea de las islas del Pacifico en un espectáculo que el coreógrafo ha presentado como un ritual.

La ceremonia, que lleva por título "Tempest: without a body" (tempestad: sin un cuerpo), la escenifican trece artistas de la compañía liderada por Ponifasio, procedentes "del pueblo, de diferentes islas del Pacífico, pero no proceden de escuelas de arte dramático", ha explicado el coreógrafo quien ha asegurado: "Venimos a explicar nuestra historia, nuestra cultura".

Ponifasio ha remarcado que su trabajo está destinado a "encontrar una genealogía común, un espacio común en el que conviven el árbol, la piedra, vosotros y nosotros, como una cocina en la que cocinamos todos" porque "si no lo encontramos, lucharemos entre nosotros".

Espectáculo de música, danza, cantos y sonidos, "La Tempestad: sin un cuerpo" presenta a unos intérpretes con tatuajes y vestidos de negro en un ritual maorí contemporáneo, trepidante unas veces y de movimientos suaves otras, que arranca con un fuerte sonido de tempestad.

El espectáculo incorpora al líder maorí Yame Iti y proyecta el retrato de Ahmed Zaoui, un intelectual argelino refugiado en Nueva Zelanda, "sospechoso de terrorismo", con el fin de llamar la atención sobre lo que significa estar privado de derechos.

Lemi Ponifasio ha recordado que Nueva Zelanda y las islas del Pacífico no son aquellos lugares idílicos que muchos tienen en mente.

La obra habla de muchas cosas que pueden oirse en las noticias, ha dicho, "de la eliminación de derechos, cosa que nos convierte en una especie de animales", conceptos de los que también hablaban Shakespeare y Jesucristo.

Partidario de la no violencia, el artista ha considerado que "lo mejor de Shakespeare era ser la voz de la gente y hablar constantemente del poder, pero nosotros hablamos de nosotros mismos, en lugar de hablar de Hamlet".

El artista introduce en el espectáculo el concepto de los ángeles como desastre de la vida o de la historia basándose en las ideas de Paul Klee y de Walter Benjamin.

El filósofo Walter Benjamin, en su revisión del concepto de historia, vio representado en la acuarela "Angelus Novus", de Paul Klee, el ángel de la historia, dando lugar a una nueva tesis, en la que describe la pintura de Klee asegurando que la tormenta que desciende del cielo y se arremolina en las alas del ángel, la tempestad que se cierne sobre él, es precisamente el progreso.

A juicio del coreógrafo neozelandés, el ángel "es parte del mundo en todos los sentidos, un personaje importante que puede ser un Terminator o un mensajero o las dos cosas a la vez".

La obra creada por Ponifasio habla también del cuerpo y de "su significado político" porque, en opinión del coreógrafo, "cuando en Irak se mata, se matan cuerpos" y a él le preocupa el cuerpo al que considera "el inicio del sexo, de la religión, de la vida".

Directamente llegado al barcelonés Mercat de les Flors de la mano del Théatre de la Ville de París, Ponifasio ha explicado que hace su trabajo "en la creencia de que la vida no es un concurso con ganadores y perdedores sino que sencillamente es una espacio en el que desarrollamos nuestra humanidad.

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