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La crisis agrava la volatilidad del precio del crudo, inclinado a la baja

EFE

Los precios del petróleo concluyeron a la baja el viernes, cerrando una semana de inusual volatilidad que se inició con el "salto más grande de la historia" en el valor del "oro negro", una excepcional subida de 25 dólares en la sesión del lunes.

Esa espectacular alza se registró en el crudo de Texas (WTI), pero no se trasladó sin embargo a la cotización del día siguiente, pues afectó sólo a los contratos para entrega en octubre que vencieron ese mismo día en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX).

Así, la semana se inició con el barril del WTI para entrega en octubre disparándose hasta los 130 dólares, antes de concluir el lunes a 120,92 dólares, un 15,7 por ciento más que el cierre anterior (del viernes), que es la mayor subida en una sola jornada desde que estos contratos comenzaron a comercializarse en 1983.

Sin embargo, en comparación los contratos del mismo petróleo para entrega en noviembre subieron el mismo día "sólo" en poco más de 6 dólares, al igual que los del crudo Brent, referencia para Europa, en el Intercontinental Exchange Futures (ICE).

Durante el resto de la semana mantuvieron una volatilidad alta, dentro de la cual se impuso una tendencia a la baja: el WTI concluyó el viernes a 106,89 dólares, un uno por ciento menos que el jueves, y el Brent bajó 1,06 dólares, hasta los 103,54 dólares.

Sin embargo, estos precios superan a los del cierre de la semana anterior, de 104,55 y 99,61 dólares por barril, respectivamente, mientras que el barril del crudo referencial de la OPEP se movió esta semana entre los 99 y los 97,68 dólares, unos 10 dólares más que la media de la semana precedente (89,19 dólares).

Noticias de que Arabia Saudí está reduciendo sus exportaciones de crudo, mientras Nigeria y México registran asimismo reducciones en su bombeo sostuvieron a los precios, al tiempo que otros datos, como un fuerte descenso de la demanda de gasolina en Estados Unidos y de las ventas de automóviles en Europa, han presionado a la baja.

Pero la principal preocupación de los mercados es el temor a que la crisis financiera de EEUU se extienda al resto del planeta.

"En condiciones normales, los operadores estarían ponderando el impacto de los huracanes Gustav y Ike, que han detenido una parte importante de la capacidad de producción de crudo y derivados", señala la asesora especializada JBC Energy, con sede en Viena.

"Pero confrontados con un problema aún más dramático para todo el mundo, los mercados se concentran más en el desastre financiero que en la calamidad natural", añade.

Ahora, todos esperan que este fin de semana la Casa Blanca y los legisladores estadounidenses logren un acuerdo para aprobar el plan de rescate al sistema financiero, después de conseguir desbloquear anoche la negociación, en parte gracias a que el departamento del Tesoro aceptó un fraccionamiento en varias partidas de los 700.000 millones de dólares que compondrán el monto total del paquete.

En todo caso, los analistas advierten de la complejidad de la situación, que dificulta asimismo prever la evolución de los precios del petróleo.

Por un lado, si la crisis afecta negativamente a la coyuntura mundial, como prevén muchos economistas, puede mermar la demanda energética y presionar a la baja sobre las cotizaciones, lo cual a su vez amenaza con frenar las inversiones en el sector.

Según la consultara, unos "precios del crudo en torno a los 90 dólares ya están apretando a varios productores de arenas (bituminosas)", una de las formas más caras de extraer crudo, y de forma similar, se calcula que la energía nuclear necesita, para obtener beneficios, que el barril de petróleo no baje de 70 dólares.

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