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David Carr: "Al NYT le ha ido bien con el muro de pago"

El escritor y periodista de 'The New York Times' analiza en Avilés el estado de los medios ante los nuevos retos digitales

BERNALDO BARRENA

En la sección de negocios del New York Times, cada semana, el periodista y escritor David Carr ofrece a los lectores noticias y comentarios críticos sobre los medios de comunicación. Como coprotagonista de un documental sobre la redacción del New York Times y sus perspectivas de futuro ante el terremoto que azota el mundo de la prensa, Carr visitó Asturias y el Centro Niemeyer durante el fin de semana para participar en varios coloquios. Tres años después de la publicación de sus memorias una implacable y documentada investigación sobre el infierno que sufrió a causa de las drogas y su posterior recuperación, el periodista declara no tener ningún reparo en hablar de las mismas, y define el momento actual del periodismo como 'interesante', por su abundancia de herramientas y recursos.

El documental lleva por título Un año en el New York Times'. ¿Cómo se siente un periodista cuando es parte de la noticia?

«Al New York Times' le ha ido bien con el muro de pago. Estoy bastante esperanzado»

Muy incómodo, así se siente uno. Prefiero ser el que hace las preguntas con la grabadora. Este es un rol inusual y espero volver a ser, sencillamente, un periodista.

A veces, el documental se parece a un epílogo. ¿Se enfrentan los periódicos y el periodista a la vieja frase de 'no hay futuro'?

No. Creo que el filme es muy esperanzador, creo que el negocio es muy bueno y creo que al NYT le ha ido bien con su muro de pago en internet. Obtuvimos un préstamo de 250 millones de dólares por parte de un multimillonario y le estamos pagando a tiempo, lo que es muy importante, ya que no es bueno deber ese montón de dinero. Estoy bastante esperanzado, y no soy tan fatalista como era cuando filmaron el documental.

«Los medios deben tener un punto de vista, un propósito. Han de tener voz»

¿Cree que lo gratis puede ser sostenible?

Creo que lo gratis es sostenible, dependiendo de lo que se esté intentando y cómo esté formado el medio. El pago para The New York Times es necesario porque tenemos 1.100 personas, pero a muchos sitios web les va bien porque han sido construidos sin una estructura heredada, con un modelo diferente donde impera lo gratuito. Vendimos la página tres del diario a Tiffany's por unos cien años, pero no en internet. El concepto de premium placement tiene que ser renovado y la web tendrá tiempo de sobra para que los modelos gratuitos funcionen.

¿Qué opina de las subvenciones gubernamentales a la prensa?

«Es un momento interesante. Ahora hay más formas de abrirse camino ahí fuera»

Personalmente, no apoyo la subvención de los medios por parte del Gobierno, al menos en América. Todo el que recibe dinero del Gobierno acaba por comportarse de forma distinta y, por lo tanto, ya no se hará el mismo periodismo. Sin embargo, siempre ha existido buen trabajo que se nutre en otras formas de financiación, como la radio y televisión públicas. Muchos países europeos utilizan la emisión pública y financian prensa tradicional.

¿Y sobre medios sin ánimo de lucro como Pro Publica?

Pro Publica ha sido un excelente modelo en EEUU, en parte porque su distribución se hace a través de los periódicos, y los periódicos pueden utilizar toda la ayuda que les puedan dar.

En una de sus columnas hablaba usted de compañías rebasadas por 'proyectos más pequeños y rápidos, con una audiencia apasionada'. ¿Se dirige también la prensa hacia lo pequeño?

Lo importante es que la gente conozca la orientación, el significado de la marca. El público sabe qué es Tech-crunch, The New York Times... No puedes limitarte a ser una masa enorme y esperar que compren. Los medios tienen que tener una voz, un punto de vista, un propósito.

En medios como la cadena norteamericana Fox vemos cada vez más opinión y menos información contrastada. ¿Cree que este nuevo modelo está rebasando al periodismo tradicional?

En televisión, sí. Fox cambió el negocio del cable y barrió a todos los demás. Pero no creo que afecte en el caso de los diarios. Usted puede seguir comparando la información del Wall Street Journal con la del New York Times o Le Monde, donde la opinión no lo es todo; lo que más cuenta son los datos.

¿Cuál cree que es la mayor amenaza para el periodismo?

Demasiada gente realizando demasiado trabajo muy mal verificado; el público acaba por desconfiar, sin importar la marca de origen. Además, el flujo de datos en la web no ha hecho más que empezar y la información bien construida tiene dificultades para emerger porque hay mucho contenido disponible. ¿Cómo sabes si lo que ellos saben es verdad? Con toda esta información y desinformación, el consumidor acaba por no saber qué creer.

En un mundo lleno de filtraciones, ¿son más opacas las empresas propietarias de los medios? ¿Cree que hay más dificultad para comunicarse con ellas?

Tenemos más recursos de los que jamás tuvimos. Si no cogen el teléfono, les podemos encontrar en Facebook, podemos avergonzarles en Twitter, podemos llegar hasta ellos utilizando los correos de sus compañías. Tenemos muchas herramientas en nuestra caja, así que no importa cuánto intenten esconderse de nosotros. Siempre observaremos, siempre (simula el ojo de una cerradura con la mano y mira tras él).

¿Qué consejo le daría a alguien que quisiera ser periodista?

El mismo que doy todo el tiempo a los estudiantes: tienes que hacer cosas, crearlas con tus propias manos. En eso se fijará la gente, en lo que creas, en lo que haces. De hecho, creo que es un momento interesante. Más recursos, más cosas por hacer, más tipos de producción, más formas de abrirse camino ahí fuera.

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