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La delegación de Gobierno defiende a la Policía y ayudará al club en sus alegaciones

EFE

La delegada de Gobierno en Madrid, Soledad Mestre, ha asegurado hoy que el Atlético de Madrid no puede ser sancionado por una actuación policial que en todo momento fue "correcta", "proporcional" y "necesaria" ante el comportamiento violento de algunos seguidores del Olympique de Marsella.

La delegada ha entregado esta mañana al presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, un informe donde se describen todas las diligencias policiales para que el club ejerza su derecho de defensa ante la UEFA, que ha sancionado al equipo con la clausura de su estadio durante dos partidos, la multa de 150.000 euros y con dos encuentros de suspensión para el entrenador, Javier Aguirre.

Además, ha negado que la intervención de la seguridad privada del Atlético de Madrid tuviera la más mínima influencia en la intervención de la Policía Nacional.

De las diligencias policiales recogidas en dicho informe, se desprende que en todo momento, la Policía Nacional actuó de forma "correcta", tanto en el interior como el exterior del edificio, en previsión de cualquier incidente antes, durante y después del partido, con un importante despliegue inicial, ha informado Mestre.

Para el partido de la Liga de Campeones entre Atlético de Madrid y el Olympique de Marsella, calificado de "alto riesgo", se cumplió "minuciosamente" con todo lo dispuesto en materia de seguridad por la UEFA para eventos de este tipo, ha asegurado la delegada.

En concreto, se dispuso un dispositivo de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana para controlar a los aficionados del Frente Atlético y una zona de retención para los seguidores ultras franceses, previa a la entrada al estadio, donde se les realizó un "chequeo" de mochilas y bolsas, para localizar objetos que pudieran ser utilizados para una agresión.

Asimismo, se tomaron medidas preventivas desde la llegada de los seguidores a Barajas, se controlaron entradas y acreditaciones, se vigilaron y patrullaron las inmediaciones al estadio, entre otras medidas.

En relación con los hechos, en el informe se describe que los incidentes comenzaron cuando varios agentes detectaron en la grada donde estaban ubicados los ultras franceses una pancarta "prohibida" que alentaba a la violencia y la xenofobia.

Tras comprobar cómo miembros de seguridad del Atlético eran agredidos al intentar retirarla, los agentes tuvieron que intervenir y usar la fuerza de "forma necesaria para reprender la represión de los radicales" que lanzaban botellas y otros objetos contra ellos.

La Policía consiguió controlar la situación, que se retomó más tarde cuando una persona, que posteriormente fue identificada y detenida, provocó a un grupo de unos sesenta ultras franceses a seguir con los actos violentos, ha relato la delegada.

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