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Los dirigentes mundiales prometen acciones contra la recesión

Reuters

Por Glenn Somerville

Los líderes mundiales prometieron trabajar juntos para revisar el sistema financiero mundial en la reunión que comienza el viernes en Washington para luchar contra la recesión económica y para evitar futuras crisis.

Con el presidente estadounidense George W. Bush en sus últimos dos meses en el cargo y sin la participación del presidente electo, Barack Obama, no se espera un resultado concluyente, aunque los líderes europeos presionen para lograr compromisos que apoyen la languideciente actividad.

"Tenemos que ponernos de acuerdo sobre la importancia de la coordinación en política fiscal y monetaria", dijo el primer ministro británico, Gordon Brown, antes de la reunión que comienza el viernes por la noche con una cena en la Casa Blanca. Los ministros de Economía tendrán una cena aparte en el Tesoro estadounidense.

Los más recientes datos estadounidenses y europeos subrayan la gravedad de la situación. La zona euro entró en recesión en el tercer trimestre y las ventas minoristas en Estados Unidos sufrieron una caída récord. Alemania y España han entrado en recesión, mientras que Japón, Estados Unidos y Reino Unido están al borde.

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo el viernes en Fráncfort que los bancos centrales de todo el mundo estaban dispuestos a hacer más para aliviar la presión crediticia.

La cumbre de Washington, que concluye el sábado, aúna a los líderes de 19 países y a la Unión Europea. Oficialmente es la reunión del Grupo de los 20, y sienta a los líderes de mercados emergentes como China, Brasil e India y a las potencias industriales del Grupo de los Siete. España estará en la cumbre tras semanas de recabar apoyos.

Pero dentro del grupo hay muchas divisiones.

REFORMAS MODESTAS

Bush abogó el jueves por reformas modestas que preserven la libertad de los mercados, en lugar de regulaciones financieras más rígidas que algunas naciones defienden para frenar los excesos del capitalismo.

Los organismos financieros propusieron que no hubiera una revisión importante del orden regulatorio mundial.

En su lugar, el Fondo Monetario Internacional y el Foro por la Estabilidad Financiera (FEF), un grupo de autoridades económicas de países destacados, acordaron un plan regulatorio que mantuviese el papel supervisor mundial del FMI, impulsara el rol del FEF para esbozar los patrones de supervisión y mantenga a los gobiernos a cargo de implementarlos.

Sin embargo, algunos países emergentes buscan una acción más radical. China es rico en reservas internacionales, al igual que Arabia Saudí, y algunas instituciones quieren aprovechar parte de estas reservas para financiar instituciones como el FMI, y que éste pudiera rescatar a economías más pequeñas afectadas por la crisis.

Eso da a estos nuevos países la fuerza para pedir una voz más fuerte en el orden económico internacional.

El primer ministro japonés, Taro Aso, ha ofrecido prestar 100.000 millones de dólares de sus reservas extranjeras al FMI y prometió apoyar un sistema monetario basado en el dólar, en lo que pareció ser un revés para el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Sarkozy dijo que usaría la cumbre, la primera de varias, para sacar a relucir que el dólar no debería mantener su dominio.

"Voy a Washington a explicar que el dólar, que después de la Segunda Guerra Mundial era la única moneda en el mundo, no puede seguir siendo la única", dijo. "Lo que valía en 1945 puede no valer hoy", añadió.

Sarkozy ha tenido una voz destacada a la hora de buscar reestructurar el orden económico mundial, uno en el que todos los participantes afrontaran un escrutinio regulador más estricto.

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